La tenue luz que entraba por la ventana y se posaba en los ojos de cierto chico despertándolo poco a poco, Harry abrió lentamente sus ojos y se encontró con Severus mirándolo fijamente y con una sonrisa burlona en el rostro.
— Buenos días, pequeño— saludó el hombre que se encontraba junto a él en la cama y besó tiernamente la frente del chico— ¿que tal anoche?
— Por Merlin, ¿que sucedió?— Harry se intentó levantar pero un dolor terrible y un quejido lo tumbó de nuevo— ¡Mi cicatriz!
— No seas tonto— dijo Snape entre risas— ¿acaso no sabes lo que es una resaca?
— Jamás una tan fuerte, tengo la boca seca. Voy a morir— Harry se quedó callado unos segundos— Sev, ¿dónde está Malfoy?
— Despertó hace unas horas y se fue a su dormitorio, creo que el sofa no cumplía con sus expectativas de comodidad.— explicó el hombre mientras se levantaba— Harry, ¿por qué hiciste eso? Descontrolarte de tal manera que...
— No lo sé, estaba triste, Draco llegó y me convenció— Snape alzó una ceja y negó con desaprobación, posteriormente se arregló, miró de nuevo al chico y salió por aquella puerta.
Snape caminaba por los pasillos algo apurado ya que los minutos no corrían a su favor, todo iba bien hasta que cierto rubio se cruzó en su camino intentado hablar con él.
— Padrino...— Draco seguía los apurados pasos del profesor— bueno... supongo que Harry ya te lo dijo y lo lamento, no era mi intención pero yo estaba demasiado ebrio...
— ¿De que diablos estás hablando, Malfoy?— Severus frenó en seco.
— S-sobre lo qué pasó ayer... mierda, ¿no lo sabías?
— ¿Saber que?— el ojinegro empezaba a alterarse.
— El beso...— la había cagado y Malfoy estaba consiente de ello.
Los ojos de Snape se llenaron de furia y odio, los músculos de su mandíbula se tensaron, su ritmo cardiaco se aceleró considerablemente y sus uñas se enterraban en la pálida piel de sus palmas.
— Espera, espera, espera— detuvo Malfoy al profesor al ver sus intenciones de sacar la varita de su bolsillo, alzó sus manos cubriéndose el rostro y una risilla salió de sus labios— es sólo una broma, no me mates, por favor.
— Estúpido niño— Snape colocó sus dedos en su entrecejo y cerró los ojos— estuve apunto de matarte.
— ¡Lo sé!— rió Malfoy— pero fue divertido, ¿no?
— Te odio— y Snape siguió con su camino.
Mientras tanto en las habitaciones de Severus, Harry tomó su suéter, hizo aparecer su mochila, apagó las luces y salió de aquella habitación.
— ¿Harry?— Potter se topó con unos ojos celestes y una suave voz— ¿Que estás haciendo aquí?
— P-p-profesor Dumbledore...— el joven Gryffindor sintió cómo se le caía el alma a los pies— y-yo vine a buscar a S.. al profesor Snape.
— ¿A su dormitorio?— preguntó el hombre con el ceño fruncido.
— S-si, bueno, es que le quería hacer una pregunta sobre una poción.— Harry sudaba frío.
— Está bien, muchacho— dijo el hombre después de casi un minuto en silencio— ve a clase.
Harry salió corriendo como alma que lleva el diablo a la cabaña de Hagrid donde sería su siguiente clase.
— Harry, ¿por qué no llegaste a dormir?— preguntó Ron al ver a su amigo.
— Es una larga historia, pero básicamente Draco y yo salimos a beber anoche y dormimos en el suelo de las mazmorras.
— ¡Por Merlin, Harry!— al parecer Ron estaba molesto— ¿hubo alcohol y no te dignaste a invitarme?
— Lo siento, hermano— Harry sonrío— Draco y yo teníamos que hablar de algunas cosas.
Las clases pasaron lo más lento posible y Harry sentía que moría de aburrimiento, sólo pensaba en Severus y en lo que había sucedido aquella mañana con Dumbledore, se preguntaba si era algo preocupante o el viejo se había creído su cuento (lo que era casi imposible), también pensaba si Snape se molestaría o si incluso debería contarle lo sucedido.
Harry esperaba a Snape en la torre de astronomía donde era costumbre verse cuando a el mayor le tocaba guardia nocturna en el castillo, Severus llegó puntual a la cita, al llegar abrazó a Harry por la cintura y plantó un tierno beso en su cabeza para después dárselo en los suaves labios del joven.
— Tengo que decirle algo— dijeron ambos al mismo tiempo.
— Tú primero.— pidió Snape.
— B-bueno, es que en la mañana Dumbledore me vió salir de tu habitación...— Harry agachó la cabeza esperando un grito del mayor.
— Mierda, ¿que le dijiste?— Snape abrió mucho los ojos por la preocupación.
— Le dije que tenía que preguntarte algo sobre una poción.
— Vale, no te preocupes, veré cómo arreglarlo.— Snape se vería sereno.
—¿Tú qué tenías que decir, amor?— un leve sonrojo se posó en las mejillas de Snape al escuchar aquella palabra que tanto lo estremecía.
— Primero, debo decirte que al verte así con la luz de la luna golpeando tu cara me vuelve loco— Snape puso sus manos en la cara de Potter, acariciándolo.— y la segunda es que tengo preparada una noche romántica para mañana en Hogsmeade.
— ¡Pero pueden vernos! Es peligroso.
— ¿Sabes lo que es una poción multijugos, pequeño?— dijo Snape con una sonrisa sarcástica sacando dos viales con la sustancia.— ¿Quisiera acompañarme, señor Potter?
— Sería un placer, Profesor Snape.— Harry hizo una reverencia y ambos rieron.
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El secreto de las mazmorras.
Фанфик"Cálmate, Harry. Contrólate" estás eran las palabras que se repetía Harry Potter a si mismo antes de entrar a las clases de pociones y aún más, cuando cierto profesor se acercaba a él. Después de variadas accidentes en el aula de pociones gracias a...