Confío En Ti

872 66 14
                                    

(Leer hasta el final, por favor💕)

Narra Astrid...

-¡Pero no tiendo el porqué mi padre está tan molesto!- exclamé sentándome en mi cama.

-¿Será por el hecho de que su hija fue salvada por el enemigo?- me reguntó Miarando con sarcasmo- Además, bo sabemos que había en esa carta, querida.- dijo mientras ordenaba mi ropa.

-¡Pero él me salvó! ¡Acéptenlo! ¡El príncipe Hiccup Haddock de Berk, me salvó!- solté un poco más molesta- Y por favor, Miranda, deja eso que después yo lo hago.- dije cansada.

-Vamos Astrid, tú padre es uno de los reyes más obstinados de todos los reinos, de seguro no le gustó el acto del príncipe.- me dijo Heather antes de darle un mordisco a su manzana.

-Esa no es excusa.- le refuté.

-¿Esto es por tú obsesión por demostrar que los Berkianos no son malos?- me preguntó Miranda, a lo cual no respondí- Ay mi niña, una sola persona no hace la diferencia en un gran reino.- me dijo comprensiva y luego salió de mi habitación.

-Heather acompáñame.- le dije para salir rápido a los pasillos del este del castillo, hasta que sentí como ella me tomaba del brazo y me frenaba abruptamente.

-¡Astrid!- me regañó en un susurro- ¿Qué crees que haces? Esta es la sección prohibida... ¡No podemos estar acá!- siguió gritándome con susurros.

-¡Necesito verla!- exploté- Vete, tampoco te obligaré a estar aquí.- le dije seria mientras me soltaba de su agarre y daba mediavuelta para seguir con mi camino.

-¡Astrid!- volví a escuchar su súplica para que no me metiera en problemas, pero no me inmuté.

Recorrí todo el oscuro pasillo del ala este, hace 6 años que esta zona es prohibida, así mi padre lo prefiero. Según él, es su forma de afrontar sus demonios del pasado, para mí... Es una estupidés.

Llegué a las puertas del "Cuarto rojo", o así es como lo llaman todos en este castillo... Y no es que el cuarto sea rojo, por supuesto que no, más bien se le dice así por una metáfora. "Cuarto rojo" es igual a "Cuarto de sangre". Dí un largo suspiro y abrí las puertas para adentrarme en la habitación, esta no era muy grande, en ella sólo se hallaban 4 objetos.

En el centro de toda la habitación habia una pequeña columna de piedra blanca, encima de ella se guardaba la corona real de la reina de Snorck, la cual alguna vez perteneció a mi madre y la que en algún momento me pertenecerá a mí.

En el centro de toda la habitación habia una pequeña columna de piedra blanca, encima de ella se guardaba la corona real de la reina de Snorck, la cual alguna vez perteneció a mi madre y la que en algún momento me pertenecerá a mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esta estaba protegida por una vitrina de cristal que se situaba a su alrededor. Me adentré un poco más y me enfoqué en los grandes cuadros que se hallaban en las paredes.

En la pared de la izquierda había un inmenso cuadro, casi que ocupaba todo el largo de la pared, en este estaba pintado la imagen de mis padres en su coronación. En el de la derecha se podia ver a mis padres y conmigo al medio aportando un hacha. Recuerdo ese día, tenía sólo 8 años, no podía quedarme quieta, sólo quería ir a entrenar con mí papá, ese recuerdo me sacó una nostálgica sonrisa. Y el último, el más imoortante para el rey y para mí, estaba en la pared del centro, frente a mí. Se tratraba del gran cuadro que llevaba el retrato de mi madre, sólo era ella, sin poder evitarlo solté una lágrima.

♡A M A N T E S♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora