Berk y Snorck, 2 reinos enfrentados por generaciones.
Hipo Haddock III, príncipe de Berk y heredero al trono.
Astrid Hofferson, princesa de Snorck y heredera al trono.
Ambos de diferentes bandos y obligados a odiarse, pero lo que nadie sabe es que...
-¡Heather! Ya te dije que no voy a usar eso.- le dije a mi amiga entre risas, ya le había contado ayer sobre la idea que conozca a Hiccup, ella accedió.
Ahora estábamos en mi habitación, ella trataba de que usara un vestido formal, los cuales uso solo en ocasiones especiales.
-Vamos, As, conocerás a los amigos de uno de el príncipe más importantes de estas tierras. ¡Debes verte como la princesa que eres!- me recalcó, yo solo reí.
-No. Además, tenemos entrenamiento ahora, debemos tomarlo si no queremos hacer sospechar al idiota de tu hermano.- ella soltó una carcajado con lo último que dije- Nos escaparemos a penas acabe.- indiqué.
-Ok, ponte tu armadura.- me dijo resignada...
Llegamos a la arena y nos pusimos a combatir, en un momento del entrenamiento ví que el capitán de la guardia de Snorck nos observaba, eso me hacía sacar lo mejor de mí. Desde niña he deseado ser parte de la guardia real de Snorck y si tengo suerte, podría llegar a see capitana, pero mi padre siempre me dice que eso no es para mí, que mi destino es convertirme en la reina de Snorck.
-Ni lo pienses, Astrid.- me dijo Heather cuando veíamos al capitán retirarse mientras nosotras tomábamos agua- No enfrentes más a tu padre, además, él tiene razón... Algún día te convertirás en nuestra reina, algo mucho más que solo un soldado.- me dijo.
-Lo sé.- bajé un poco mi cabeza, no quiero ser reina- Ve tú primero con Cizalladura, yo te alcanzo.- le ordené.
-¿Segura de esto?- y ahí está, ya se estaba tardando- Esto es traición, pagado con muerte. ¿Qué pasará cuando tu padre se entere? Porque así será. Y declarará una guerra con Berk... Haré lo que me pides, pero tal vez estos encuentros nos lleven a más muertes, piénsalo.- y así lo hice.
Ella se fue con Cizalladura, pero yo me quedé pemdando en sus palabras... ¿Y si tiene razón?...
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Narra Hiccup...
-¿Ya están todos listos?- pregunté a mis amigos mientras ellos ensillaban a sus caballos.
-Sí, Hiccup, pero...- me respondió Patapez con nerviosismo mientras jugaba con sus dedos.
-¿Sí, Patapez?- le dije esperando a que continúe.
-¿Seguro que es lo correcto? Tal vez con esto enfurezcas a tu padre, el rey. Y si lo descubre es más de seguro que mate a todos los Snorckianos, iniciando por Astrid... Y por último nosotros seríamos ejecutados por traición.- me dijo muy preocupado.
-Relájate, Patapez, todo saldrá bien.- le dije tratando de calmar tanto sus miedos como los míos. Él tiene razón, papá lo descubrirá en cualquier momento.
