♡A M A N T E S♡

Narra Astrid...

Estaba cabalgando a toda velocidad hacia el castillo, estaba desesperada y con un torbellino de emociones dentro de mí. De un momento a otro sentí que las lágrimas querían salir de mis ojos, no quería llorar, aunque acabi de rechazar al que posiblemente sea el amor de mi vida, nunca he sentido con nadie lo que siento cuando esroy con Hiccup.

Respiré hondo y logré controlar esas traviesas lágrimas que se acumulaban para salir. Al fin llegué a mi castillo, enré por las puertas de los establos, quería pasar desapercibida entre la gente. Bajé de Tormenta, le quite su silla y le dí agua y heno para luego pasar a los muros del castillo y llegar lo más rápido a mi habitación, pwro una persona se cruzó en mi camino.

-¡Astrid!- dijo sarcástico- Me alegra verte, no mentira sabes que no es cierto, lo único bueno de verte es admirar tu belleza y pensar en las cosas que te haré cuando seas mi esposa y me convierta en el rey de Snorck.- me dijo con una sonrisa cínica.

Asco y repulsión, esas son las 2 palabras que describen a mis sensaciones en este momento.

-Tú de verdad estás demente si crees que voy a permitir tal cosa, tú jamás serás mi esposo y mucho menos llegarás al trono.- le contesté furiosa, tu comentario sí que me fastidió, si no fuera por mi padre la yo hubiera mandado a los calabozos.

-Ví que no estabas en el castillo, ¿en dónde te habías metido, princesa?- me pregunta molesto.

-Eso no es de tu incumbencia, Dagur.- respondé haciéndolo a un lado- Si no me disculpas, debo ir a mis aposentos.- le dije en mi rol de princesa para luego marcharme con la cabeza en alto.

🌻🌻🌻

-No puedo creerlo...- musitó Heather sentada en mi cama, mientras yo caminaba de un lado a otro por toda mi habitación- ¡¿De verdad te beso?!- preguntó aún impactada por lo que le acabo de decir.

-Sí, Heather, no te inventaría una cosa de tal magnitud.- dije desesperada mordiéndome las uñas.

-¿Y tú que hiciste, Astrid?- me preguntó con un tono serio.

-¡Le correspondí, ¿ok?! ¡No podía hacer otra cosa! Heather, yo...- hablé tan rápido y desesperada que no me dí cuenta de lo iba a decir.

-Tú lo amas, ¿no es así?- completó lo que le iba a decir.

-Sí.- confesé derrotada- Yo sabía que algo como esto iba a pasar...- dije colocando mis manos en mi rostro- Soy una estúpida.-

-No eres una estúpida por querer paz, Astrid.- se paró y me tomó de las manos para alejarlas de mi rostro- Y está bien, el amor solo llega, tú no lo puedes controlar.-

-¿Amor?- dijo Miranda mientras entraba a mi cuarto con bandejas de comida- ¿Mi pequeña se enamoró?- dijo con cierta felicidad.

-Sí.- contesté en un susurro.

-¿Y dime de quién?- me preguntó.

-Te lo diré cuando sepa que él me apoya, mañana hablaré con él, sólo quiero tiempo para pensar mejor las cosas.- dije soltándome de Heather y tumbándme en la cama.

-Eso significa... ¿Qué mañana irás a hablar con él?- me preguntó mi amiga y yo asentí.

-¡Lo sabía! Sabía que esas escapaditas tuyas se traían algo entre manos.- me dijo Miranda, ella estaba muy feliz, pero lástima que no sabe de quién estoy enamorada.