Capitulo 10

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Antes del inicio, todo era paz entre los dioses. El gran dios había acabado de crear a los humanos, criaturas hermosas y llenas de sabiduría. Pero aun así no se sentía completo, sus creaciones vivían en sus tierras, sus dioses vivían en tranquilidad; pero su corazón seguía teniendo un hueco. Entonces las creo, bellas mujeres capaces de centrar la energía en su cuerpo, él las llamo Furias. 

Había perdido su corazón en cuando las vio, no existía malicia, celos u odio en ellas, solo fuerza y virtud. El orgullo que sentía el gran dios era inmenso, pero en la oscuridad una de sus hijas se retorcía de celos. 

Selena, diosa de la fertilidad. Una de las diosas mas amadas, encaprichada por poseer el amor de todos, solo sintió rencor al ver la nueva creación de su gran dios. Al no obtener ninguna muestra de cariño, corrió a los brazos de Zarak, el dios de los lamentos o el demonio guerrero. 

Pero el dios Zarak al conocer a las Furias no sintió nada mas que respeto, eran criaturas leales y fuertes. Entonces la conoció, Tea, la furia que inevitablemente robo su corazón con una sola mirada. El gran guerrero demonio perdió ante los encantos de la furia. Sin embargo, se mantenía lejos con miedo a recibir el enojo de su gran dios por tomar a una de sus hijas. 

Selena al ver a Zarak embobado por las furias, solo acrecentó su odio. Las quería destruir y lo haría. El gran dios estaba cansado, había usado toda su energía en crear a sus hijas, el sueño de los milenios se acercaba y la diosa lo usaría. A escondidas de la mirada de su gran dios, busco ayuda en Xiona, diosa del engaño y la traición. La convenció de hechizar a sus hermanos para que la ayudaran en la creación de una criatura capas de destruir a las furias. 

Tres días fue el tiempo que le tomaron hacerse con la voluntad de sus hermanos. pero hubo uno que no callo en sus redes, Iñaki, el dios de la guerra, su deber era proteger a su gran dios y entre ello estaba sus hijas. 

Los celos y la traición llevaron a los dioses a crear un ser tan maligno y sin control. El usurpador, seria el encargado de erradicar a las furias, pero había un problema. Su creación no tenia un alma, su vida podría acabar en solo segundos. 

-Tenemos que engañarlas-fue lo que dijo Selena, había oído hablar a su gran dios sobre el padre y protector de las furias. Una leyenda: "Al caer la noche ustedes irán a su encuentro, su protector espera por ustedes y lo sabrán cuándo él les diga que ustedes son su puerta". 

El plan estaba hecho solo faltaba mandar a su creación a los confines del mundo, encontrar a las furias y envenenarlas con odio, obligándolas a casar almas humanas para él. Así su gran dios vería el monstruo que había creado y las mataría a todas. 

...

Y así fue como ustedes, los oscuros vinieron al mundo- una sonrisa se formo en el pálido rostros del alma. 

El santuario estaba en completo silencio, podía escuchar claramente los latidos lentos y fuertes de mis hermanos oscuros. 

Mis ojos voltearon al escuchar el chirrido de las sillas de los ancianos en cuando se levantaron, se juntaron cual gallinas en un matadero, susurrando quien sabe que, pero en estos momentos nadie le importaba lo que pasaba con el otro. El tiempo volaba, había pasado solo un minuto desde que esa alma nos dijo todo y estaba empezando a perder la paciencia. El tiempo era un recurso del cual no estábamos abastecidos, ese ser nos llevaba por mucho la delantera. 

Caín había comentado que las brujas poseían un pergamino donde estaba especificado todo lo que debíamos hacer si este usurpador escapaba. 

-Sera mejor que empieces a hablar bruja o te juro que te comeré viva- la paciencia de los vampiros no era buena y menos si hablamos de su Reina. Electra era conocida por ser despiadada en combate, no por nada llego a ser Reina de los machistas vampiros. 

Camino al CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora