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Aprendiendo a capear las tormentas
¿Alguna vez has oído hablar del regreso de Saturno? Me enteré por primera vez en el set,
de Jenna Ushkowitz, quien habló mucho sobre eso durante el año en que cumplió
veintiocho años. Saturno
El retorno es un concepto astrológico que básicamente dice que a fines de los veinte
años, cuando el planeta Saturno completa una órbita alrededor del sol, te golpea y
convierte tu vida en un espectáculo de mierda total. No es divertido, pero si puedes
montarlo y no perder la cabeza, entonces hay una luz al final del túnel: claridad. Al menos
así fue para mí, gracias a Dios.
Para rebobinar un poco.
Conocí a mi ex novio, también conocido como Big Sean, en Twitter. Lo sé, lo sé, así que
2013 de nosotros, ¿verdad? Mientras filmaba Glee, un día me aburrí en el set y tuiteé algo
sobre una canción suya. Ni siquiera sabía nada de él; Simplemente me gustó su música,
así que no pensé mucho en eso.
Luego, más tarde ese día, me envió un DM: "Gracias, señora. También soy un gran
admirador suyo, sigan con el buen trabajo ". Whoa, pensé, ¿él mira a Glee? Estaba
sentada con Lea entre tomas y le leí el mensaje.
"Oh, Dios mío", le dije, "¿voy a salir con este rapero?"
Ella se encogió de hombros: "¿Tal vez?" Y luego, efectivamente, eso fue exactamente lo
que sucedió.
Sean estaba en una gira internacional en ese momento, así que comenzamos a hablar en
Twitter, y después de que le di mi número, envié mensajes de texto. Pronto, progresamos
a llamadas telefónicas reales. Estaba viviendo en Beverly Hills en ese momento, y mi
casa
fue este extraño agujero negro sin recepción celular. Lucy, mi perro, dio muchos paseos
en esos días, porque el parque era el único lugar donde parecía que funcionaba mi
teléfono.
Me llamaba cada vez que tenía tiempo de inactividad, y revisábamos todos los temas
habituales para conocerte: música, trabajo, familia, amigos. De vez en cuando, intentaba ser cachondo, pero siempre lo apagaba muy rápido.
"Oh, ¿vas a la clase de spinning? Debes saber montar. "Esto no va a ninguna parte si
sigues hablando así", amenacé.
Incluso antes de conocernos en persona, estaba realmente entusiasmado. Fue divertido
decirle a la gente con quién estaba hablando, siempre se asustaban: "¿El rapero? ¡¡De
ninguna manera!!"
El día que finalmente regresó a la ciudad, me llamó y me pidió que fuera a cenar. Una cita
real, eso me gustó. Fuimos a Dominick's en Beverly, y él se detuvo en un Mercedes
blanco.
Sean era unos años más joven que yo, pero parecía maduro desde el principio. Recuerdo
haber pensado que era realmente elegante que él tuviera una billetera Goyard. Tenía una
maleta Goyard y pensé: "Ese es un rapero diferente. La mayoría de los raperos solo
saben de Louis Vuitton ". Me gustó que no fuera súper llamativo, y la conversación fluyó
bien durante la cena. Su madre era profesora de inglés, y él era inteligente y articulado, y
parecía que teníamos mucho en común: incluso habíamos nacido en el mismo hospital de
Santa Mónica. Cuando habló de firmar, fue genial ver que era tan apasionado como yo
por hacerlo. Tampoco parecía uno de esos tipos que solo se escucha a sí mismo hablar;
en realidad también me hizo preguntas y realmente escuchó cuando conté historias.
Al final de la noche, mientras estábamos afuera esperando a que el valet trajera nuestros
autos, me preguntó si quería venir, mañana. Whoa! Uno, no estaba tratando de acostarse
conmigo en la primera cita, y dos, ya teníamos una segunda cita programada. Saludos a
eso. Al día siguiente, acepté su oferta y fui a su casa. Vimos Netflix, nos besamos y pasé
la noche.
Luego me desperté aterrorizado a las 6:00 a.m. Fue como uno de esos despertares de
dibujos animados en los que tus ojos se abren y te quedas sin aliento en la cama.
¿Realmente había pasado la noche con un rapero? Rap no era el aspecto que buscaba,
así que con los zapatos en la mano, salí de su casa mientras él todavía estaba dormido.
Ese día hubo una maratón en Los Ángeles: calles estaban cerrados y el tráfico se
desviaba en todo tipo de direcciones, y recuerdo haber pensado que nunca iba a llegar a
casa. No solo cometí un terrible error, sino que también iba a morir en mi automóvil en
Sunset Boulevard, descalzo y sin agua. Como siempre hacía en ese tipo de situaciones,
llamé a mi madre para hablarme de la repisa.
Sinceramente, pensé que nunca volvería a tener noticias suyas, pero apenas había
llegado a casa cuando me llamó y me pidió que fuera a su fiesta de cumpleaños. Era la
noche siguiente y no tenía nada que ponerme. Compré un nuevo mono Maison Martin
Margiela, y tuvieron que volar desde Nueva York. La fiesta fue en Wolfgang's Steakhouse
en Beverly Hills, y toda la familia de Sean había venido de Detroit para la ocasión. Fui solo
y respiré hondo mientras entraba por la puerta. Había todo tipo de personas a quienes
reconocí, como Wiz Khalifa y Jhené Aiko.
Encontré a Sean, le deseé un feliz cumpleaños y le pregunté dónde estaba sentado.
Mientras escudriñaba la habitación, me pregunté con cuántas de estas otras chicas se
estaba enganchando y cuánto trabajo había tomado para asegurarse de que todas nos sentáramos en diferentes mesas.
"Oh", dijo, "estás a mi lado". Me atraganté con mi champán. A su lado se refería a la mesa
