× Slenderman ×

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Finalmente logramos volver a casa. Al parecer Nina había podido curar a Jack sin problemas.

-Vaya, vaya- Nina nos recibió - ¿Te llevas a la chica unos días y ya viene semidesnuda? Eres un sinvergüenza, Jeff.

-La muy idiota se hizo daño, no le he hecho nada.

-No soy ninguna idiota- Repliqué. -Necesito un baño.

Me dirigí al baño para darme una ducha.

Agh. Ese Jeff. No es en absoluto mi tipo, es un maleducado, un idiota incompetente. Y...

-¿Vas a estar ahí mucho rato? -Jeff entró al baño sin llamar.

-¡Fuera de aquí! -Chillé.

Se enfadó -Oye no me grites, imbécil. Solo preguntaba. No pienses nada raro.

-¡Que te vayas de aquí! ¿Estás mal de la cabeza?

-Si, pero no sé que tiene que ver. Y aún no has respondido.

-Pues sí, querría poder bañarme tranquila.

-Pues date prisa o entraré ahí y te sacaré a la fuerza.

-Vale vale, largo de aquí.

-¿Segura que no quieres que entre contigo? -Soltó una risa floja.

Le lancé un bote de champú- ¡Que te vayas de aquí Jeff!

Lo esquivó y se fue del baño por fin -Casi me dañas.

-Me da igual- Terminé de ducharme y salí de ahí envuelta en una toalla.

Ahí estaba él, esperando en la puerta e impidiéndome salir. -¿Me vas a dejar salir o qué?

Acercó su rostro al mío con esa mirada que escondía otras intenciones.

Puso sus labios sobre mi cuello— Ahora hueles realmente bien.

—Si, como sea— Le aparté de un empujón y me dirigí a la habitación.

—Si no tienes ropa pídele algo a Nina— Sugirió.

No respondí.

Me acosté en mi cama con la toalla aún puesta y mirando al techo.

Estaba mejor muerta, estoy segura.

Cuando estaba sumida en mis pensamientos tocaron la puerta —Voy a entrar, espero que no estés haciendo nada raro.

Abrió sin esperar una respuesta —¿Piensas vestirte?

Abrí los ojos y vi como ese psicópata sin párpados se paraba frente a mi cama tras cerrar la puerta con sólo una toalla en la cintura.

—Lo mismo podría preguntar— Dije molesta.

—¿Estás enfadada conmigo? Meh, tampoco es que me importe. No mires, voy a cambiarme.

—Gracias por la advertencia, no quisiera quemarme los ojos— Me acosté bocabajo.

Le escuchaba revolver el armario —Joder necesito ropa nueva. Está todo impregnado en sangre, debí hacerle caso a Liu— Puso voz de burla —Tienes que comprarte ropa de cuero, hermano, es más fácil de limpiar. Agh, ¿qué sabrá él?

Sentí como me tiraba algo encima y se iba de la habitación cerrando la puerta al vez que no le daba conversación.

—¡Vístete y baja! —Gritó desde las escaleras.

Me levanté —No se ni por qué le hago caso. —Miré lo que me había tirado. Era una de sus sudaderas blancas y un pantalón corto.

Me puse la ropa muy a mi pesar. Evidentemente todo me quedaba enorme.

—Que poco estilo tengo ahora mismo —Salí de ahí dispuesta a bajar cuando Jack me vio y empezó a reírse.

—¿Que eres ahora? ¿Un rapero? Joder, ya podría haberte dado otra ropa.

—¿Rapero? Como sea, no es muy de mi estilo. Pero si tenéis telas podría hacerme un vestido.

—Arreglaremos ese problema... Seguro que Hellboy sabe dónde encontrar —Jack sonrió e hizo un gesto para que bajase antes que el.

Bajé y Jeff empezó a reírse de mí. —Lo había hecho con buena intención, pero me estás dejando muy fácil burlarme de tí— Apretaba su abdomen por la risa.

—Ah, si, muy gracioso, ¿verdad? —Le tiré del cabello pero no cesaba de reír.

"Oh, Alice, mantén la compostura" diría mi madre.

Le solté y volvió a acostarse en el sofá para mirar aquel televisor viejo.

—Me sigue impresionando la tecnología de esta época.

—Suenas como mi abuela— Se burló él, haciéndome sitio en el sofá.

Me senté y abracé mis rodillas —Es extraño llevar pantalones. Quiero un vestido.

—Enhorabuena, díselo a alguien a quien le importe.

Le empujé —Grosero.

—Bruta.

—Desagradable.

—Paliducha.

—¿Me lo dices a mi? Veo que no te has mirado en el espejo últimamente.

—Soy demasiado narcisista, claro que me miro al espejo a menudo.

Las luces comenzaron a parpadear. El televisor perdió la señal y las lámparas se balanceaban.

Me asusté, pero Jeff parecía despreocupado.

—Genial, tiene que hacer ese numerito siempre que aparece. Menudo capullo.

—No le hables así —Advirtió Jack acercándose con un plato lleno de sangre y lo que parecía un riñón.

Jeff tornó los ojos hacia arriba con un gesto desagradable —Hablaré como quiera. Entendido?

Me puse la capucha y cerré los ojos presionando mi cabeza contra mis rodillas.

—¿Ah? Alice no tengas miedo. Es un tipo de buen corazón.

No sabía de qué hablaba, solo estaba ensordecida por lo que estaba pasando y mi corazón latía deprisa por el nerviosismo.

Ante nosotros apareció un sujeto alto, delgado, con los brazos más largos que había visto nunca. Un traje negro con corbata cubría su singular cuerpo. Y lo peor de todo... No tenía rostro.

—¿Quién es ella? —Preguntó una voz que parecía provenir de otro mundo.

—Alice Liddell, su majestad —Se burló Jeff haciendo una reverencia.

—Basta de bromas, no estoy de humor.

—¿Por que? ¿No conseguiste comer un niño gordo?

—¡Basta! —Enseñó una boca llena de afilados dientes en una mandíbula desencajada.

—Joder con el condón andante— Resopló Jeff.

—Hablaré contigo cuando no esté de este humor, siento que te hayas llevado está primera y horrible impresión de mi —El sujeto se marchó al piso de arriba.

—Slenderman, ese es su nombre— Añadió Jack con la boca llena de carne y sangre.

El diario de Alice Liddell [ Jeff The Killer X Alice Madness ] COMPLETADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora