× Lujos ×

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Llevábamos un buen rato en la furgoneta, Nina y Jack cantaban una canción siniestra sobre desmembramientos, incluso cantaban los coros. Slenderman sólo se quejaba de que se iban a enfriar sus galletas y Jeff...

—¡Cerrad la maldita boca de una vez! ¡Me distraéis mientras conduzco!

Conducía de pena.

—¡Alice no me mires con esa cara de desaprobación!

Todos nos quedamos callados.

—¿Acaba de decir desaprobación?— Nina miró a Jack.

—Cielos, esa palabra es demasiado para él.

—Pasa demasiado tiempo con Alice, ¿no crees? —Hablaban como si no estuviéramos delante.

Jeff y yo gritamos al unísono. —¡No tiene nada que ver!

Slenderman empezó a reírse junto con Nina y Jack.

—¡No tiene gracia, sabía esa palabra!— Jeff conducía cabreado, lo cuál increíblemente le hacía conducir mejor.

—Si, seguro Jeff, ya lo creo— Dije con sarcasmo.

—Alice ya verás cuando te ponga las manos encima— Me amenazó. —¡No quería que sonara así! — Gritó al ver las caras de Nina y Jack por el espejo.

—Yo no he dicho nada, ¿y tú Jack?

—Nada de nada, Nina.

Slenderman se metió —Es gracioso porque es evidente que hay tensión entre ellos dos.

Nina se rió aún más—¿Que clase de tensión?— y Jack agregó —¡Tensión sexual!— Y eso desencadenó más risas mientras Jeff y yo tratábamos de no mirarnos por la vergüenza.

—¡Bueno basta, ya hemos llegado!— Dijo él, aparcando de la peor manera y sacando a esos dos payasos de coche que casi no podían moverse de tanto que se estaban riendo.

—Me duele la mandíbula de tanto reírme— Decía Nina en el suelo intentando sujetarse a Jack, que tampoco podía con su vida, haciendo que ambos cayeran.

—Bueno, ehm, ¿dónde están?— Pregunté intentando despistarles.

Jeff me miró —Atenta. —Dirigió su mirada hacia los adentros del bosque—¿¡TICCI, LINK, DÓNDE COJONES ESTÁIS!?

De dento de la copa de un árbol salió un hacha lanzada hacia abajo y a continuación un chico joven bajó de él.

—–Ho hola. A aqui i estoy— Tartamudeaba.

—Me alegro, ¿y link?

Ticci se rascó la nuca y apartó la mirada de Jeff —Di digamos que e se comió mis go gofres.

—Genial, link está muerto, subid al coche— Con indiferencia, Jeff abrió el coche.

—Una lástima, no podrá probar mis galletas— Slenderman volvió al coche.

Ticci alegremente se sentó en mi sitio.

—Ey, tarta, ahí va la princesa. Siéntate atrás.

—Jo, pe pero atrás hu huele a muerto.

—Atrás.

Ticci, apenado se sentó atrás.

Volvimos a marchar hacia la mansión escondida de Dargon. Bueno, a nuestros ojos no tan escondida.

Ya se había puesto el sol, Jack y Nina estaban dormidos y Ticci afilaba su hacha y asomaba su cabeza para hablarme —Yo yo soy ti T Toby, ¿y tú?

—Un placer. Mi nombre es Alice Pleasance Liddell Hargreaves Taylor. Pero puedes llamarme Alice.

—E encantado A Alice— Extendió su mano. Parecía simpático y algo atormentado.

De vez en cuando hablaba sólo y susrraba cosas como "no, no voy a estrangular a Nina, no digas eso" "deja de hablarme" "No te voy a hacer caso" etc.

Llegamos a la mansión de Dargon. Un extenso y precioso lugar que se escondía tras un hermoso jardín de cuentos de hadas.

—Menudo antro— Dijo Jeff golpeando la puerta del coche al bajar.

—Debes estar de broma, es fantástico—Observé emocionada la mansión, me traia nostalgia.

—Oh si, olvidaba que te gustaban estás cosas cursis.

—Por eso me disgustas tanto, eres todo lo contrario.

Puso una mano en su pecho, en el lado del corazón y se hizo el ofendido con algo de sarcasmo —Auch, Alice, tengo corazón y eso me ha dolido.

—Me imagino.

Slenderman llamó a la puerta —Bueeeeenas, estamos aquí, he traído galletas.

—Como diga de nuevo que ha traído galletas yo... —Jeff hizo un gesto de estrungular con sus propias manos.

Me reí.  —No podrías con él ni en un millón de años.

Dargon abrió la puerta y junto a él había una chica de cabellos rosados, de baja estatura y rasgos asiáticos.

—¡Ey, mola! ¡Lleva un uniforme de colegiala japonesa!— Nina entró emocionada.

—Mi nombre es Akko— Se presentó, tenía una voz dulce y cautivadora.

Dargon siguió— Bienvenidos, podéis ir al salón enseguida, la cena ya está servida.— Extendió la mano para hacernos pasar.

Jeff le sacó la lengua e hizo un gesto de burla. Slenderman, como no, volvió a recalcar que había hecho galletas. Nina y Jack entraron peleándose y molestándose el uno al otro como dos críos. Y Toby sólo discutía con sus voces.

Nos sentamos en una extensa mesa en el salón más elegante que podría haber visto jamás.

Nos sentamos en este orden, de derecha a izquierda: Jeff, yo, Nina y Jack.

Enfrente nuestro estaban Akko, Toby y Slenderman.

Y en la cabeza de la mesa, Dargon.

Dargon dirigió su mirada a Akko—Cariño, ¿le has dicho a Sally que baje?

—Si, pero no se encontraba bien y dijo que quería dormir.

Dargon suspiró algo triste —No pasa nada... Bueno —Se levantó y alzó su copa— Un brindis... Por los asesinos más brillantes que ha podido conocer este espacio en este tiempo.

Todos brindamos y comenzamos a comer.

Al final del día, si, nadie se comió galletas de Slenderman, nos fuimos a dormir en unas habitaciones que nos habían dejado. Por fin, por primera vez en mucho tiempo, pude dormir en una habitación propia.

Me recosté en aquella cómoda y extensa cama. Olía a flores y era muy agradable al tacto.

Estaba apunto de dormir cuando llamaron a mi puerta. Pensé que sería Jeff.

—Lamento molestar, Alice. No hace falta que abras, sólo quería decirte que si quieres vivir aquí... Bueno, como ves me sobra el espacio. Buenas noches.

Dijo eso y se marchó sin esperar respuesta.

¿Vivir aquí? Tendría todos los lujos y comodidades que pudiera desear. Toda la comida que quisiera comer y podría estar tranquila.

Suspiré, ya no podría dormir esa noche.

Llamaron a la puerta y acto seguido se abrió —Entro.

Ese sí era Jeff. Cerró la puerta y se acercó a mí.

—Alice.

Me senté en la cama y encendí una lámpara.

—¿Que ocurre Jeff?

Tenía una expresión muy seria para alguien con una sonrisa dibujada —Tengo que decirte algo muy importante.













El diario de Alice Liddell [ Jeff The Killer X Alice Madness ] COMPLETADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora