Segunda parte

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Me quedé sorprendida, y por un momento sentí que tenía toda la razón, pero solo de pensarlo me generaba un cierto temor, no dije nada salí del baño y regresé al salón de clases; la clase había comenzado por costumbre siempre me sentaba en medio o hasta atrás de la fila, siempre rodeada de mis amigas, pero ese día nos habían juntado con otro grupo y el salón era muy pequeño, estábamos demasiado apretados.

-¡Bueno jóvenes! Les toca hacer un ejercicio ¿Quién quiere pasar? A ver Sofía pasa tú que te veo bastante contenta esta mañana.

-¿Yo? ¿Y por donde quiere que me pase?

-Pues por donde te metiste.

Me levanté del asiento veía el salón inmenso, empecé a pedir que me dejaran pasar y mi cuerpo realmente no ayudaba, cada que pasaba escuchaba comentarios a mi espalda, que me bajaban el autoestima como si fuera un juego de video. Llegué al frente del pizarrón, y no entendía en lo absoluto nada de lo que había dicho, así que me obligó a sentarme al frente, me incliné sobre la banca para escribir y el profesor se me acercó y me dijo:

-¿Tu familia es de gente robusta?

-Vamos a lo mismo- pensé- Casi no profesor ¿Por qué la pregunta?

-Entonces tienes que hacer una dieta, porque de espaldas te ves un poco ancha, no lo tomes a mal tómalo como un consejo.

-¿Cómo dice?

-¡A parte de gorda sorda!- gritó uno por ahí.

Me levanté de la banca y me salí enfurecida, me encerré en un baño, y me dije a mi misma que no debía de importarme lo que otros pensaban al final yo decidía que era lo que quería, casi siempre era muy positiva conmigo misma.

Tocaron el timbre y salí del baño, regresé al salón y tomé mi mochila, el taxi ya me esperaba, me subí y me fui a mi casa, llegando mi mamá tenía, en la mesa ya puesta la comida, ensalada pescado, y agua de Jamaica. Me senté y observé.

-¿Qué es esto?

-De ahora en adelante cuidaremos más la alimentación en especial de ti Sofía que tu padre está preocupado.

No aguanté ya, me sentía realmente atacada, comí y me subí a mi habitación había llegado el momento de hacer un cambio

FragilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora