Capítulo 15: Iniciando el tratamiento.

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Bajé las escaleras y fui en busca de mi mamá.

-Mamá ¿Podemos hablar?

-Claro hija pasa.

-Decido aceptar la ayuda, no quiero que preguntes él porque
de mi decisión sólo saca una cita con la doctora para mañana y que nos diga que tenemos que hacer.

-Me sorprendes Sofía, y claro que si mi amor no te
preocupes mañana empezamos con tu recuperación.

-Gracias ma.

Al día siguiente desperté temprano, el día en la escuela fue muy normal, los comentarios acerca de que había bajado de peso no desaparecían, se empezaban a crear los chismes de que me había hecho una liposucción, otros que me habían secuestrado, otros sospechaban acerca de mi enfermedad, pero al final sólo yo sabía que era lo que pasaba.

Al regreso a casa mi mamá me dijo que ya tenía la cita hecha para las 4:00 pm, llegué y me puse lo primero que vi, aún me sentía bastante triste por lo que había comentado la mamá de Roxana incluso pensaba en hablar con ella cuando terminara el tratamiento.

Cuando llegué al consultorio pasé y me senté, la doctora me dijo:

-Me alegro que hayas aceptado tu enfermedad es un muy buen camino del recorrido que vas a empezar.

-¿Qué tengo que hacer?

-Bueno más que nada ante todo comer.

-¿Eso es todo?

-Sofía yo sé que es muy difícil para ti, yo no soy tu enemiga, simplemente aprecio mucho que estés aquí a comparación de tu amiga.

-A ella no la meta.

-Ok, no quería molestarte pero si quería que comprendieras que es lo que realmente pasa.

-Discúlpeme doctora, usted no tiene la culpa, simplemente que es muy difícil para mí.

-Lo sé Sofía, hay algunos doctores a los que debes de acudir.- Se dirigió a mi mamá- Señora deben de buscar, un especialista en Psicología que le ayude un poco en la auto aceptación, un Psiquiatra ya que los daños psicológicos tanto de la muerte de su amiga como la enfermedad se ha crecido bastante y para cerciorarnos si no hay un daño mayor, también debemos buscar un nutriólogo para que nos ayude a balancear su alimentación y evitar el rebote, una ginecóloga ya que su regla se ha atrasado bastante y a la larga puede traerle muchos problemas, y pues por último tiene que seguir viniendo conmigo para saber cómo va y que todo esté en orden.

-Muy bien doctora, entonces es: psicólogo, psiquiatra, nutriólogo, ginecólogo, y usted.

-Así es señora, el gasto será un poco elevado, pero le juro que Sofía si le pone muchas ganas no le costará mucho salir, le tomará alrededor de unos 2 años, porque al final es una enfermedad controlada.

-¿Osea que no me garantiza por completo que mi hija tenga cura?

-Señora la cura ella sola se la va a imponer.

-Es verdad, estamos dispuestos a lo que sea, solo quiero que esta niña coma y se recupere.

-No te preocupes mamá así será.

Me sentía un poco decepcionada de mi misma, no quería dejarlo, pero tampoco quería morirme, sabía que aún la vida debía de mostrarme muchas cosas, y que ante todo debía de ser bastante fuerte, no sólo por mí si no por todas las personas que querían verme recuperada, sabía que había sido fácil entrar, duro mantenerme y ahora sería mucho más duro salir, pero no era imposible, así que podía
poner todo de mi parte.

Me fui a casa con mi mamá, la notaba contenta de cierta forma, ella era lo único que quería, y no me dejaría sola en ningún momento. Estaba muy emocionada, pero lo extraño es que a mí no me causaba ninguna emoción o algo que me hiciera sentirme feliz de lo que iba a comenzar. Un cambio más en mi vida.

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