[En Pausa] Un débil e insignificante ser humano, eso era todo lo que significaba la mujer de su medio hermano para él. Sin embargo, esa explicación lógica y aceptable no resolvía el misterio que lo había conducido a una rutina nocturna de acecho a l...
Queda estrictamente prohibida cualquier copia y/o adaptación de esta obra de ficción. Todos los derechos reservados.
Disclaimer: Los personajes no son míos, pertenecen a Rumiko Takahashi.
Advertencia: El presente capítulo contiene material sexual explícito –también llamado lemon– que puede resultar ofensivo para algunas personas. Si eres menor de edad o no te gusta este tipo de contenido, se sugiere que hagas caso omiso de la primera mitad del capítulo.
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Stranno Yazyk
"Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol".
Federico García Lorca
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Strange Lenguage: Posesión
La bestia observó con hambre cruda a la hembra. Llevaba un largo rato devorándola con la mirada, memorizando los suaves movimientos de su sueño y los pequeños sonidos que escapaban de sus labios entreabiertos. En algún momento durante la noche, la chica se había enredado en la túnica del Lord que éste le había proporcionado como cubierta y ahora Yako podía apreciar la longitud de sus cremosas piernas a libertad.
El contraste entre el rojo, blanco y púrpura de la prenda contra los mechones oscuros de la hembra la hacían lucir incluso más hermosa, como si el emblema que representaba su clan le perteneciera desde siempre. Quizás lo hacía. La bestia lo había presentido desde el primer encuentro, desde esa hambre cruda despertada por ella y ese instinto de posesión que iba más allá de toda cordura; ambos signos inequívocos de que independiente de lo que alguien más creyera, la hembra le pertenecía completamente.
Recorriendo nuevamente la figura con la mirada, la bestia observó el pequeño movimiento de la chica al volverse sobre su costado y gruñó profundamente ante el nuevo vistazo de su piel. La noche pasada se había mostrado magnánimo al ceder al Lord la oportunidad de tomarla por primera vez y, relegado a la posición de mero espectador no había tenido más opción que verlo todo a través de los ojos del otro, conformándose con los restos de su sabor en su boca y las remanencias de toques que Él no le había proporcionado.
