Capítulo XX - La primera prueba

4 2 0
                                    

De nuevo amanecía sobre la ciudad de Talorian, pero aquel amanecer era diferente de cualquier otro hasta la fecha. Era el amanecer del tercer día tras conocer a la extraña criatura que decía llamarse Alnair que había obligado tanto a él como a sus amigos a acudir a su presencia, y la información revelada desde luego no les había dejado indiferentes, desde entonces había entrenado lo posible y se sentía preparado para comprobar si las palabras de Sylphe eran ciertas y era una prueba para él.

Taranis tras darle un par de vueltas a los pensamientos que le rondaban la cabeza, se levantó de la cama. Cogió su equipo y se propuso a salir de casa, las manos le temblaban cuando cogió el arco y se lo echó a la espalda. Salió por la puerta y se encaminó hacia el linde del bosque donde buscó un árbol bajo el cual se sentó a tallar un pedazo de madera con un cuchillo similar al que usaba para despellejar a sus presas. Tallaba con cuidado, cada movimiento era preciso y teniendo en mente ya el resultado final que pretendía obtener, sus compañeros seguramente no habían madrugado como él por lo que tenía tiempo de sobra.

Y Taranis estaba en lo cierto ya que tardó alrededor de una hora en ver llegar al primero de sus compañeros, Muspell que se dirigía hacia donde él estaba con su hacha a la espalda y hablando animadamente con Ankou el cual parecía algo nervioso y no paraba de desenvainar y envainar levemente sus armas, apenas unos centímetros fuera des sus vainas y las dejaba caer de nuevo. Cuando casi habían llegado hasta él vio llegar a Alaiza y Sylphe, la primera con unas botas que parecían bastante resistentes y con los puño envueltos en vendas, y la segunda con una vara de madera que por su apariencia debía de ser bastante resistente y sus golpes contundentes, algo más alta que ella.

-Bueno, os habéis tomado vuestro tiempo -dijo Taranis y se levantó apoyándose en el tronco y dándole a Muspell el resultado de su tiempo tallando, un pequeño escudo con el símbolo de un yunque y un hacha -Fué lo primero que se me ocurrió, y te pega.

-Eh, gracias -respondió Muspell notablemente sorprendido y cogió el escudo que era un poco más pequeño que la palma de su mano pero notablemente detallado y lo metió en el bolsillo derecho del pantalón.

-Ahora solo falta Belenus -dijo con un suspiro Taranis -no sé como tarda tanto, yo llevo horas aquí.

-Sí, soy consciente, ha sido muy aburrido verte tallar la madera -dijo la voz de Belenus tras él que estaba apoyado en el lateral del árbol bajo el que se había sentado Taranis.

-Yo pensaba que era él quien había venido a buscarte porque vives cerca del bosque -le dijo Sylphe sorprendida -No me digas que no sabías que estaba ahí.

-No perdamos tiempo y acabemos con eso de la prueba cuanto antes -Taranis parecía ligeramente avergonzado porque a pesar de ser un experimentado cazador no había percibido la presencia de su compañero al acercarse ni tampoco cuando había llegado hasta él.

El grupo avanzó a través del bosque hasta su centro, Taranis era quien más conocía aquella zona por lo que iba a la cabeza guiandolos. Teniendo cuidado con las raíces y ramas de los árboles avanzaron a través del espeso bosque hasta que llegaron al templo donde Alnair les esperaba. Desde la entrada se podía oír de forma leve su pesada respiración con la correspondiente corriente de aire que recorría los pasillos con cada espiración, avanzaron hasta la sala donde el denominado dragón, impaciente, y aburrido.

-Habéis tardado más de lo esperado. Pensaba que de nuevo tendría que hacer que alguno de vuestros compañeros os fuera a buscar -dijo Alnair alzando una de sus garras, hizo un gesto con esta y el aire comenzó a ondular concentrándose en un punto, instantes después apareció algo allí, era como si el espacio se hubiera desgarrado formando una puerta. Al otro lado podía verse un frondoso bosque, oscuro como si fuera noche, esa "puerta" en el espacio estaba rodeada de un aura esmeralda -Bien, Taranis el aura que te rodea indica que esta prueba te corresponde.

Seninen Taivas: El Rey Dragón (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora