Capítulo XVII - Planes de taberna

2 1 0
                                    


Nada más entrar de nuevo a su casa, Belenus cerró bien la puerta, tiró la carta al chimenea tras encenderla y descendió al pequeño cuarto donde elaboraba sus preparados. En cuanto leyó la carta se le ocurrieron diversas ideas para conseguir el fin que Muspell le había descrito, si algo tenía la guardia eran puntos débiles y ocasiones para pillarlos. Por lo que rápidamente comenzó a mezclar ciertos líquidos en un frasco, un poco de polvo de un bote, lo removió hasta disolverlo todo y lo embotello, consiguió llenar media caja entera de frascos, es decir media docena, la otra mitad de la caja la rellenó con otras botellas rellenas de cierto líquido que reaccionaba con el primero.

Cerró la caja, tapó los frascos abiertos y salió de allí. Alaiza le esperaba sentada y aburrida en el banco tal y como él le había pedido.

-Toma, llévala tú. Sera sospechoso si me ven entrar a mi con una caja en la taberna -le dijo Belenus dándole la caja con su marca personal.

-¿Qué es lo que contienen las botellas? -preguntó Alaiza curiosa al oír el tintineo de estas mientras se levantaba y cogía la caja sin dificultad.

-Una de las formas de desenmascararlos. Vamos tenemos una reunión pendiente y será mejor que no perdamos tiempo -Belenus comenzó a caminar con una ligera sonrisa hacía la taberna acompañado por Alaiza.

Durante su caminata hasta la Doncella Danzante Belenus iba conteniendo una ligera sonrisa pensando en la que se le podía venir encima a la estúpida guardia de Talorian, hasta se permitió dar un pequeño salto chocando los talones mientras caminaba alegremente ante la extrañada mirada de Alaiza que pensaba que tenía alguna clase de enfermedad mental o había bebido o algo así.

Belenus entró por la puerta de la taberna seguido de Alaiza cargando con la caja, que como Belenus le había indicado previamente debía de meter en el pequeño almacén de la taberna y asegurarse de que nadie usaba esas botellas, mientras él se sentó en la mesa donde Muspell Helvetti le esperaba con gesto serio, mesa en la que ya había dos botellas y una de ellas vacía. En cuanto tuvo enfrente a su invitado le miró fijamente como intentando averiguar si estaba de acuerdo con sus intenciones pero su sonrisa le bastó como respuesta.

-Obviamente hemos leído ambos tu carta y estamos de acuerdo contigo. -Le dijo entusiasmado apoyando los codos sobre la mesa y entrelazando los dedos -Los preparativos ya han comenzado, antes de salir prepare unas cuantas botellas que le di a la aquí presente Alaiza. El líquido transparente, y escucha Alaiza, es importante, es para la guardia. Cada vez que vengan a beber con compañía femenina...mezclalo con el vino, cerveza o lo que sea que pidan en su mesa, tanto para los guardias como para sus acompañantes. De las otras botellas me ocupo yo, no os voy a comentar nada por si acaso, será...quizás algo arriesgado pero divertido.

-¿Qué planeas y que hace ese líquido? -pregunto Muspell preocupado inclinándose hacia delante y bajando la voz.

-Tal como dije mejor que no lo sepáis, por ahora al menos -Belenus sonrió -Solo diré que me tengo que colar en cierto sitio, y cambiar esas botellas por otras. Pero primero hay que hacer que toda la guardia venga aquí a celebrar algo, a beber, a festejar...seguro que nuestra tabernera aquí lo consigue sin problemas.

-No creo que sea difícil -dijo Alaiza pensativa -Cualquier excusa les vale para hacer uso de su ego y buscar compañía. Seguro que si le decimos que es una celebración anual por sus servicios al pueblo de Talorian, o algo así.

-Perfecto -dijo Belenus pensativo -por cierto Alaiza, ¿Serías capaz de provocar a alguno de los guardias para que intente algo contigo?

-¿Perdona? -le respondió Alaiza escandalizándose y tensando los músculos.

-Tranquila, tranquila -le dijo Belenus apartándose un poco y extendiendo su brazo hacia ella como gesto para que se tranquilizase -La cosa es que él intente algo contigo, y tu le patees el culo sin esfuerzo mostrando su inutilidad.

-Ah... -se sorprendió y luego sonrio relajando los músculos de nuevo mientras reía sonoramente -Encantada de tener una excusa para hacerles besar el suelo.

-No me parece mal -afirmó Muspell relajándose apoyado sobre la mesa, suspiró y miró a Belenus y Alaiza -Espero que sea suficiente para exponerlos.

-Creeme que si, aunque cuando el dia despues de esa fiesta mejor que no estemos por aquí cuando se produzcan los resultados. -dijo Belenus levantándose y abandonando la taberna.

-No se si preocuparme -dijo Muspell apurando la jarra que tenía más cerca y haciendo un gesto a Alaiza para que le trajera otra. 

Seninen Taivas: El Rey Dragón (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora