Repercusiones.

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-Continuamos-

-Narra Issei-

-Días después del combate entre Seiya y Raiser-

-Academia Kuoh, patio-

-En la tarde-

¡Vamos Kiba, muévete más rápido! ¡Tomoe, concéntrate en tu oponente!- Fue el grito que le di a ambos caballeros mientras estos trataban de mantener un combate de espadas entre ellos, claro que les era difícil debido a los sellos de gravedad que usaban y que las espadas que traían eran unas muy pesadas que había traido para entrenarlos.

¡Vamos chicas, quiero que al menos logren quebrar un pedazo de ese hielo antes del anochecer!- Fue la orden que les di a Koneko y Tsubasa; las cuales se encontraban golpeando, pateando y lanzando un enorme bloque de hielo hecho con agua de Alabadon.

¡Otras cien lagartijas más!- Fue la orden que les di a las obispos de ambos grupos. Las cuales estaban sudando a mares, pues hoy me había centrado en sus aspectos físicos.

¿Por qué tenemos que hacer esto?- Fue la pregunta molesta que me hizo Reya al mismo tiempo que se ponía de pie y me encaraba.

Porque quiero que sean buenos obispos y no unos mediocres que solo se centren en la parte mágica y que obvien la parte física. Este entrenamiento las hará capaces de ver un mayor panorama a la hora de enfrentar atacantes físicos.-Fue la respuesta que le di a Reya, para después señalar al resto de obispos y decirle que continuara con su entrenamiento, cosa que hizo algo molesta.

¡Saji!- Fue el grito que le di al peón de Sona por la tontería que estaba haciendo.

¿Ahora qué hice?- Fue la pregunta molesta que me hizo mientras se volteaba a verme.

¿Por qué estas parado aquí?- Esta pregunta descoloco al chico y pude ver que no entendía a lo que me refería, así que decidí explicarme.

Tu entrenamiento consiste  en mejorar tu puntería con la Absorption Line, por eso es que este amigo nos esta ayudando.-Era la explicación que le estaba dando y en la última parte señale a un limo con forma humana que estaba detrás de Saji.

Se supone que tu tienes que darle con la línea de tu Sacre Gear y él debe evitarla.- Fue el resto de explicación que le di, una que parece haberlo molestado por alguna razón.

¡Y eso he tratado de hacer durante todo el día!- Fue el grito que dio, uno que hizo que todos voltearan a vernos.

Si, pero yo nunca te dije que te quedaras parado en el mismo lugar y que dispararas . Yo esperaba que te movieras y buscaras una forma de darle.- Una vez que le había dicho esto a Saji, este trato de replicarme, pero solo se quedo callado y volvió a su entrenamiento, solo que esta vez si trataba de acercarse a su rival y atacarlo desde distintas posiciones. Claro que en una de esas veces, el limo esquivo el ataque de Saji y le dio una poderosa patada que lo tumbo en el suelo, pues le había sacado el aire.

¿Por...qué...me...golpeo?- Fue la pregunta entrecortada que me hizo Saji.

Jamás dije que no te golpearía de vez en cuando.- Y con esa respuesta, me aleje de Saji y me acerque a un gigante kraken hecho de agua; él cual tenía atrapado a mis cuatro pequeñas entre sus tentáculos y las estaba golpeando contra el suelo o haciendo girar como molinos de viento.

Esto realmente es patético.- Fue el comentario que hice en voz baja mientras me acercaba al kraken y de un solo toque de mi dedo este se deshizo. Provocando que las cuatro chicas comenzaran a caer hacía el suelo, donde las detuve creando cuatro montículos de nieve. Mis pequeñas salieron de esos montículos con una mirada muy seria, con moretones y con la ropa y el pelo hechos un desastre.

El peón de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora