Hoseok sirvió al grupo de turistas que estaban sentados a la mesa y luego se dejó caer en una de las sillas de la mesa de al lado, mirando fijamente una taza de café vacía.
No importaba el tiempo que hubiera transcurrido, todavía se sentía fatal, espantosamente avergonzado. Y triste. Muy, muy triste. Como si hubiera perdido algo especial que nunca podría recuperar. ¿Qué le estaba pasando?
Habían transcurrido dos semanas desde el baile. Dos semanas desde que se coló en el evento social más prestigioso del año.
¿Por qué no podía olvidarlo y seguir adelante? ¿Por qué no podía olvidarle a él?
Sin pensar, deslizó la mano en el bolsillo de su pantalón y tocó el trozo de periódico desgarrado que llevaba consigo desde hacía dos semanas. Había tocado y mirado la foto tantas veces que estaba arrugada y a punto de romperse. Ahora deseaba haber comprado cien copias del periódico y haberlas guardado, para que cuando fuera viejecito pudiera recordar aquella noche perfecta.
Aquel hombre perfecto.
El recuerdo de aquel baile todavía lo hacía estremecerse. La química que había surgido entre ellos había sido la experiencia más asombrosa y excitante de su vida. Incluso ahora, cuando recordaba la seductora e intoxicante sensación de su cuerpo contra el suyo, le subía el ritmo cardíaco.
Pero no había sido sólo la química lo que la retuvo n su lado mucho tiempo después del momento en el que debía haber escapado. Le había caído bien. Le habían gustado sus agudas observaciones, su inteligencia y su mordaz sentido del humor.
Kim Taehyung.
Gracias al artículo que tenía en el bolsillo, ahora sabía exactamente quién era.
Multimillonario y filántropo coreano, por supuesto. Las pistas habían estado allí todo el tiempo. Tenía el cabello negro y brillante como las aceitunas, y su piel bronceada hablaba de una vida vivida bajo el cálido sol.
Se había enamorado de un multimillonario coreano conocido tanto por su soltería como por su increíble éxito en los negocios. Y para él, el cuento de hadas acababa allí... Porque no podía haber escogido un hombre menos conveniente ni adrede.
Los ojos se le llenaron de lágrimas y parpadeó rápidamente. Pensó que aquello era una ironía. Cualquier otra persona habría considerado a Kim Taehyung el hombre más adecuado del planeta. Cualquier otro habría sabido al instante quién era.
Pero él no. No tenía ni la más remota idea. Si lo hubiera tenido, tal vez se hubiera marchado antes. Y hubiera buscado un hombre distinto del que enamorarse.
Hoseok dejó escapar un suspiro impaciente. ¡Nadie se enamoraba con tanta facilidad! Eso nunca pasaba. Lo que él sentía no era amor. Era sólo... sólo...
Se pasó la mano por la cara para intentar recomponerse. Lo cierto era que no terminaba de comprender lo que sentía, pero ojalá dejara de sentirlo, porque estaba acabando con él. Y en cualquier caso, lo que sintiera por él resultaba irrelevante, porque Taehyung había dejado muy claro lo que pensaba de él. Estaba muy, muy enfadado.
ESTÁS LEYENDO
𝚁𝚎𝚕𝚎𝚗𝚝𝚕𝚎𝚜𝚜 𝚔𝚘𝚛𝚎𝚊𝚗'𝚜 (ⱽʰᵒᵖᵉ)
FanfictionTaehyung creía que Hoseok era un ambicioso caza fortunas que había puesto los ojos en él. Pero entonces descubrirá el gran error de sus arrogantes teorías sobre el joven de bonita sonrisa. Vhope Taehyung -top Hoseok - bottom ADAPTACIÓN