Taehyung creía que Hoseok era un ambicioso caza fortunas que había puesto los ojos en él. Pero entonces descubrirá el gran error de sus arrogantes teorías sobre el joven de bonita sonrisa.
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ADAPTACIÓN
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Más tarde, aquella noche Taehyung entró en la terraza para cenar, saciado y lleno de energía tras una tarde extremadamente satisfactoria. A una sesión maratoniana de sexo explosivo le siguió una buena sesión de trabajo, y estaba deseando que llegara la noche para volver a estar con Hoseok.
Su padre ya estaba sentado a la mesa. Taehyung acercó una silla a su lado y se estaba preguntando dónde estaría él cuando lo vio salir por la puerta que daba a la cocina con unos platos en la mano.
—¿Por qué sirves tú la comida? —le preguntó sorprendido.
—María está ocupada con el dietista —dijo colocándoles un plato a cada uno delante—. Probad esta musaka. La he hecho yo. María dice que está buena, pero tal vez sólo quería ser amable.
—¿Has estado cocinando? —Preguntó Taehyung sin salir de su asombro—. No es necesario que lo hagas. Para eso está María.
—Ya que no me dejas ganar dinero, quiero contribuir con algo. Eres muy anticuado, ¿sabes?
Consciente de que su padre estaba observando la escena muy divertido, Taehyung apretó los dientes.
—Está deliciosa —aseguró Jong Woon probando una pequeña cantidad—. No le hagas caso a Taehyung. Mañana puedes volver a cocinar para mí. Y todos los días, si quieres.
Consciente de que cuanto más rápido comiera, antes terminaría la velada, Taehyung se acabó rápidamente el plato y se sirvió otro para darle gusto a Hoseok. Finalmente, su padre bostezó y se levantó de la mesa. Taehyung hizo lo mismo al instante y se llevó a Hoseok a la habitación.
—¿No quieres café? —Hoseok gimió cuando lo estrechó contra sí.
—No —gruñó Taehyung deslizándole los labios por la curva del cuello—. Ni tampoco quiero hablar. De hecho, lo único que quiero es a ti. Desnudo.
Hoseok echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
—No hagas eso. No puedo pensar cuando haces eso.
—Yo le adoro —Hoseok se apartó un poco y le sonrió—. De hecho, te envidio por tener un padre así.
Hubo algo melancólico en su tono que llamó la atención de Taehyung.
—¿Tu padre vive?
Taehyung percibió su repentina tensión. Hoseok se apartó de él.
—Mi madre y él no... —se detuvo—. No mantuvieron contacto. No sé dónde está ahora.
—¿Nunca has intentado localizarlo?
—No —Hoseok se quedó muy quieto, dándole la espalda.
—¿Es él la causa de tus inseguridades? —Taehyung le puso las manos en los hombros para obligarlo a girarse—. ¿Por eso tienes una opinión tan baja de ti mismo?
