Capítulo 10

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Era la imagen de la inocencia, pensó Taehyung furioso

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Era la imagen de la inocencia, pensó Taehyung furioso. Había una dulzura en sus ojos y una suavidad en su rostro que contrastaba absolutamente con su reputación de devorador de hombres. Y no de cualquier hombre, recordó con gravedad. Tenía unos gustos de lo más refinados. Era un devorador de hombres ricos, inteligente y manipulador.

—¿Cree que vamos a casarnos? —el doncel abrió los ojos de par en par, y Taehyung hizo un esfuerzo por ocultar su desagrado.

No podía creerse que se hubiera dejado manipular de aquella manera. Sólo una vez en su vida había conseguido engañarle una mujer con anterioridad, y en aquella ocasión podía escudarse en su inexperiencia. Tenía sólo dieciocho años y estaba loco de deseo. Deseo, amor... con qué facilidad se mezclaban aquellos dos términos.

Taehyung apretó los labios ante aquel pensamiento. Ya no tenía dieciocho años.

Entonces, ¿cuál era esa vez su excusa?

Resistió la tentación de descargar toda la fuerza de su ira en el doncel que tenía delante.

—Le dijiste que estabas loco por mí. Que estabas completamente enamorado — Taehyung hizo un esfuerzo por no levantar la voz—. En lo que respecta a mi padre, el siguiente paso es el matrimonio.

La mirada de Hoseok se suavizó.

—Es un hombre maravilloso. Lo pensé en cuanto lo vi.

«Seguro que sí». Taehyung se hizo un llamamiento mental para no dejarlo a solas con su padre durante mucho tiempo. A pesar de las protestas del joven, no le cabía la menor duda de que cuando descubriera que su «relación» con él no tenía visos de prolongarse en el tiempo, él no tendría ningún problema en dedicarle sus atenciones a su padre, que era más vulnerable.

Antes de empezar a felicitarte por tu éxito, recuerda que es conmigo con quien estás tratando, no con mi padre.

—¿Quieres que vaya a Corea contigo? ¿Me has traído aquí para pedírmelo?

—Yo no quiero que vengas a Corea conmigo. Pero eso es lo que va a ocurrir.

Sin duda, los dos hombres a los que había embaucado no habían sido capaces de ver más allá de aquellos ojos zafiro, pensó con tristeza. Y esa vez, él había decidido sin duda ir a por la banca. La audacia de su plan lo maravillaba incluso a él. La visión de Taehyung respecto al matrimonio era bien conocida, como también su opinión sobre los dos carísimos y públicos divorcios de su padre. El hecho de que él creyera que podría tener éxito decía mucho a favor de su ego.

—No entiendo por qué crees que es una buena idea. ¡Tu padre nunca se creerá que estamos juntos!

—Gracias a tu convincente actuación en el baile, él ya cree que estamos juntos —le aseguró Taehyung—. Tu papel consiste sencillamente en hacer más de lo mismo. No será muy difícil. Yo estaré trabajando la mayor parte del día. Tú te sentarás al borde de la piscina con vistas al mar y una bebida en la mano, cantando mis alabanzas. Por lo que sé, en estos momentos estás entre un hombre y otro. Tómatelo como unas vacaciones gratis. No es como tener tiques de comida gratis para toda la vida, pero teniendo en cuenta el montaje que has tratado de hacer, tienes suerte de haberme sacado, aunque sea esto.

𝚁𝚎𝚕𝚎𝚗𝚝𝚕𝚎𝚜𝚜 𝚔𝚘𝚛𝚎𝚊𝚗'𝚜 (ⱽʰᵒᵖᵉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora