Capítulo 24

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—¿Tae?

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—¿Tae?

Al escuchar su voz, él se dio la vuelta. Y se quedó sin respiración. La vulgar pieza de tela del mercadillo se había transformado en un elegante traje. Se ajustaba perfectamente a las magníficas curvas de su cuerpo. El liso cabello de Hoseok iba un poco desordenado, dándole un toque atrevido.

Estaba espectacular. E increíblemente sexy. La lujuria se apoderó de su cuerpo con fuerza predecible y se le secó la boca.

Sintiéndose claramente inseguro, Hoseok dio unos pasos hacia él y luego vaciló.

—Di algo... y asegúrate de que sea algo agradable —dijo tratando de bromear.

—Estás increíble —aseguró él acercándose y estrechándolo entre sus brazos.

—¿De veras? —el rostro de Hoseok se iluminó—. ¿No te voy a avergonzar?

—No, pero tal vez me avergüence a mí mismo —Taehyung le pasó la mano por el hombro—. No puedo mirarte sin desear llevarte a la cama. No puedo creer que hayas hecho tú el traje. ¿Dónde aprendiste a coser?

—Aprendí solo. ¿De verdad te gusta? —parecía encantado, y Taehyung se dio cuenta de lo mucho que deseaba verlo feliz. Todavía no le había hablado de su infancia, pero tenía la sensación de que había llevado una vida dura.

—Puedes sentirte muy orgulloso de ti mismo —aseguró—. Tienes un talento increíble. Y no tienes ningún motivo para mostrarte inseguro. Les harás sombra a todos en el baile.

La cena fue de lo más elegante, y a él acudió lo más granado de la sociedad ateniense. Lo recibieron con cordialidad, pero Hoseok no pudo evitar fijarse en la curiosidad de sus ojos mientras lo miraban y se preguntaban quién era.

—Me están mirando —le susurró a Taehyung cuando le puso una copa de champán en la mano—. Me miran y cotillean.

—Entonces, vamos a darles motivos para que cotilleen de verdad —Taehyung le pasó el brazo por la cintura y lo atrajo hacia sí. Descendió la boca hacia la suya y lo besó con dulzura sin prisa—. Ahora quiero presentarte a algunas personas que me importan —dijo cuando por fin se apartó.

colocándole el brazo con gesto posesivo en la cintura, lo guio hacia el sofisticado grupo de gente. Todo el mundo parecía estar deseando saludarle. Instantes después, Taehyung lo agarró de la mano y lo llevó a la terraza. Debajo de ellos, la ciudad brillaba como una tela cubierta de joyas.

—Me alegro de que hayas venido esta noche.

—No me diste opción —Hoseok le puso la mano en el pecho, manteniéndole a cierta distancia. Era la única manera de poder concentrarse—. Hay cosas de las que tenemos que hablar, Tae.

—Sí —Taehyung se colocó de manera que sus poderosos hombros lo ocultaban del resto de los invitados—. ¿Qué quieres decirme, Seokie?

—Es hora de que le digamos a tu padre la verdad. Parece que está mucho más recuperado.

𝚁𝚎𝚕𝚎𝚗𝚝𝚕𝚎𝚜𝚜 𝚔𝚘𝚛𝚎𝚊𝚗'𝚜 (ⱽʰᵒᵖᵉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora