Pasos rápidos corrían de un lado a otro dejando huellas en el pasto. Habían saltos y risas, y flores volando de un lado a otro junto a revoltosas hadas y cabellos azules y negros.
La figura rápida corrió detrás de la que "osaba" retarla a jugar a las atrapadas, y la tomaba de la cintura yéndosele encima. Rodaron por el pasto unos metros, hasta que se detuvieron.
—¡Te atrapé!
—Oh no, no lo hiciste.
Los cabellos negros ondearon y salieron volando de un chispazo junto al cuerpo de un pequeño dragón negro. Mal salió disparada al bosque.
—Creo que me pasé.
Evie escuchó el sonido de las hojas de los árboles moverse y en menos de lo que pudo reaccionar, vio la figura de Mal saliendo del matorral con los cabellos llenos de ramas e incluso paja.
—¿Tumbaste un nido, dragón revoltoso?
—Tú lo tumbaste, princesa malvada. Casi me rompo un hueso, ¿sabes?
—Dragón llorón. Ni un rayito resistes.
Mal la miró de arriba abajo con la boquita estirada y no se hizo esperar para enseñarle los colmillos a Evie mientras le gruñía.
—Vuelve a gruñirme si te llamas Mal.
—¡Grrrrr!
Evie se mordió el labio inferior y con un chasquido de dedos mandó a Mal directo al lago de un "rayazo". El agua salpicó y con gran magnitud, la chica pelinegra emergió sacudiendo la cabeza.
—¡Evie Grimhilde!
Evie se llevó una mano a la boca tapando la risita y Mal apretó los puños saliendo del agua. Evie comenzó a retroceder y en menos de lo que imaginaron, ambas estaban persiguiéndose.
—¡Te voy a morder! —Mal se lanzó como un depredador encima de su pesa—. ¡Grrr!
—¡No, M! —Evie rio a carcajadas sintiendo cómo Mal mordía su cuello—. ¡Te juro que no te atacaré más!
—¡Grr! —Mordió su oreja y la sacudió como si fuera un pedazo de carne.
—¡Ya, M!
Mal rio en el cuello de Evie ante sus carcajadas de diversión y se levantó de encima de ella sacudiéndose las rodillas. Evie aprovechó para pegarle una patadita que dejó a Mal confundida.
—Dragón malo.
—¿Malo?
—Sí. —Se cruzó de brazos fingiendo indignación aún en el suelo—. Sólo me muerdes y no me das amor. Estoy enojada.
Mal, con quizás un poco de inocencia, no entendió el "pequeño drama" de Evie y pestañeó varias veces. No quería sentirse "poco" para ella, quería darle amor también, quería corresponderle en todo de manera en que fuera genuino y sincero, así que sin esperar mucho, se puso de rodillas para quedar a la altura de Evie y le lamió los labios.
—¿Qué haces? No tengo helado ahora...
—Te doy amor... —Mal se sostenía de sus hombros y cerraba los ojos—. A mi manera de dragón malo.
Evie rio y tomó las mejillas de Mal antes que se le escapara con un sonrojo como hacía desde aquel "suceso" hacía dos días.
—Ven aquí.
Mal se quedó quieta y recibió un beso lento y casto de Evie en agradecimiento a su cariñosa lamida llena de afecto. A Mal la sonrojaban esas cosas por alguna extraña razón que Evie desconocía. A veces Mal solía ser muy, muy, ingenua, y al Evie pedirle un beso, una caricia, o incluso las dos cosas juntas, Mal se sonrojaba y huía porque le daba pena. Inexplicablemente, y curiosamente, cabe destacar que siempre que huía regresaba corriendo porque le daba miedo que Evie creyera que ella la rechazaba, y no, Mal no quería eso.

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The Dragon in Her || Mevie
FanfictionDonde la guerra y la masacre que existen dan origen a un vínculo profundo; un lazo fuerte e inquebrantable que ni las más ásperas y déspotas raíces del pasado pueden derrumbar. La princesa y el dragón. Evie y Mal. • La portada no me pertenece. ~N...