Number Twenty One

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Resplandores de color azul oscuro brillan sobre los cabellos de Evie ante cada pequeño destello de relámpagos que Hades le lanza con ferocidad. Para ella ya se ha hecho costumbre tener ese tipo de peleas de mediodía que han sido su constante entrenamiento en los últimos meses.

—¡Sube la guardia, Evie!

Varios choques azules y más destellos iluminando los árboles, tal parece que ninguno de los dos hechiceros se quiere rendir aunque sea una pelea amistosa.

—Hola. —Hades abre los ojos de par en par y se voltea rápidamente al sentir a Evie en su espalda—. Ahora adiós.

El bofetón eléctrico aterriza sobre la mejilla del hombre haciéndolo salir volando contra un árbol, rápidamente logrando que todas las aves salgan volando haciendo sonidos de sorpresa y susto.

Evie aprovecha el respiro y se arregla un poco los cabellos azules esperando a que Hades vuelva.

Sólo quedan tres días para ir a Auradon a recuperar su trono y a acabar con aquel régimen déspota de Maléfica, y Evie sabe que debe estar preparada para entablar lo que será posiblemente el mayor combate de toda su vida.

El crujido de un rama que Evie no percibe.

El crujido de otra rama.

Hades cae del árbol golpeándose la cabeza contra el piso.

—¡¿No pudiste mandarme a rodar en vez de a volar, chiquilla?! —Evie se hace la sorda ante todas las groserías y vulgaridades que Hades le grita y finalmente se acerca para ayudarlo a levantarse.

—No me culpes, tú fuiste el lento que no pudo esquivar mi velocidad.

No es menos cierto que sonó arrogante el comentario, pero la peliazul tiene sus razones. Debe burlarse de Hades ahora que es fuerte, porque recuerda como hace diez meses, él amaba reír cuando ella se electrocutaba con sus propios rayos y no sabía controlarlos a la perfección.

Evie tiene una buena memoria donde guarda muchos rencores, y curiosamente, recuerda a la perfección como Hades la mandó volando veinte metros porque ella no quiso compartir su manzana con él.

—Eres muy molesta... —El hombre se acerca a ella con los dientes apretados—. ¡Pero sé cómo vencerte!

Colocando sus manos en los costados de Evie él comienza a hacerle todo tipo de cosquillas, a lo que ella responde con largas y sonoras carcajadas de piedad.

—¡Basta! —chilla Evie, riendo sin parar—. ¡Voy a electrocutarte si sigues!

—¡Te reto!

Y vuelve a hacerle cosquillas sin parar, de las cuales no hay posible escapatoria pues Hades es mucho más fuerte físicamente que Evie.

—¡Me rindo! —No puede parar de reír—. ¡Por favor ya!

—¿Qué dijiste? ¡Dilo más alto Evie! —Y vuelve a hacerle cosquillas, causando que la peliazul se encorve hacia los lados mientras ríe.

—¡Ya! ¡Por favor!

Y cuando por fin logra salir de entre las manos del hombre, Evie está con todos los cabellos volteados hacia adelante y una expresión de maldad en su rostro. Esa relación de amor/odio entre ambos es constante causante de disputas y palizas.

—¡Me las pagarás, canalla!

Y sin más se lanza encima de él, dándole puñetazos cargados de electricidad que el hombre esquiva con una notable sonrisa de total orgullo.

Hay mucho afecto y química entre ambos. Tanto que disfrutan de cualquier cosa que hagan juntos, hasta de pelear, que también es lo que más hacen cuando tienen hambre.

The Dragon in Her || MevieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora