Cuando planeé la venganza contra Jae no pensé que terminaría con la cara hecha mierda, con hielo en el chichón de mi cabeza, y escupiendo sangre en un cubo en la oficina de la directora. Oh, y junto al maldito abusador de Jae.
—¿Alguno de los dos me va a explicar que fue lo que pasó? —volvió a preguntar la directora. Pero ninguno de los dos se dignó a abrir la boca, en primer lugar porque no podía hablar al tener la boca hinchada y llena de sangre.
Cuando esta maldita vieja preguntó quienes eran los responsables de todo ese desastre en los pasillos, le dije que yo solamente estaba metido en esto. Ni Yeji, ni Minho, ni Felix. Nadie.
Pensé que debería hacerme cargo de toda esta mierda, en especial yo, porque nadie dijo nada de romperle la cara a Jae, sólo de ponerlo en ridiculo.
—Choi. ¿Por qué estabas golpeando a Hwang violentamente? —insistió la vieja.
Jae dudó en responder.
—Por si no vio, él me hizo quedar en ridículo frente a toda la escuela, acusándome de algo que obviamente no hice y jamás haría.
—¡Oh vamos! —escupí en el cubo antes de seguir hablando— ¡Deja de mentirles a todos con tu apariencia de chico bueno, maldito abusador de pacotilla!
—¿Pacotilla? ¿Quien usa esa palabra ridícula? solo tú — Jae rió.
—¿Usted vio como trata de evitar el tema, directora? Se delató él solo ups —le dije a la vieja que nos miraba a ambos como si estuvieramos dementes.
La directora suspiró antes de hablar.
—Hwang, acusaste a Choi de algo muy grave, y sin pruebas ¿Como se que no estás mintiendo?
—Oh vamos, Sra Johnson, me conoce desde primer año. Usted sabe que jamás mentiría con algo tan serio como eso —me removí en mi asiento, aún haciendo presión en el creciente chichón de mi cabeza.
—¿Y que si lo está haciendo ahora? — dijo Jae dirigiéndose hacia la directora.
— ¡Cállate yo siempre soy sincero! —le grité.
—¿Sincero? ¿Escuchó eso, directora? dijo sincero? no creo que seas sincero con tus sentimientos —él me dió un empujón, casi haciéndome caer de la silla.
—¿Que quieres decir? —entreabrí la boca al darme cuenta de lo que estaba insinuando— ¡Retráctate!— le devolví el empujón.
—¡Bien, ya es suficiente! —gritó la Sra Johnson, tirando una carpeta sobre su escritorio — Sea lo que haya pasado fuera de la escuela, no es asunto mío, no quiero mas peleas violentas en los pasillos. Sus problemas fuera de la escuela ¿bien? —dijo apretando su mandíbula.
— Gracias directora, creí que iba a llamar a nuestros padres o algo así —suspiré aliviado.
— De hecho... Me veré obligada a expulsarlos unos ¿dias? no, mejor toda la semana — sonrió satisfecha, la muy hija de... — No me importa si tienen examen en la semana, o entrenamiento de algún deporte. Tú —me señaló— Ni tú —señaló a Jae —. Pisarán la institución hasta el lunes, ¡largo de aquí!
— Pero...
— ¡Fuera! —volvió a gritar —. Santo cielo. Mi hijo no se metía en problemas en la secundaria. Que clase de persona los educan.
—Déjeme decirle algo señora. Su hijo era un perdedor, por eso no se metía en peleas. Además, los tiempos cambiaron, ¡dese cuenta! —le dije antes de abandonar la oficina.
Lancé el hielo en la basura y me dirigí hacia mi casillero para guardar mis cosas. Algunas personas me miraban como si hubiera molido a golpes con alguien, oh esperen, si pasó eso. No tenía ganas de cruzarme con ninguno de mis amigos, así que tomé mi mochila y caminé con prisa hacia la salida.
—¡Hyunjin! —oí la molesta voz de Felix detrás de mí. Rodé los ojos y aceleré el paso— ¡Oye, Hyunjin! ¿Puedes caminar mas lento?
—¡No puedo hablar ahora!
—¡Por favor, Hyunjin! Me a-agito
— Hablo en serio, Felix. —elevé la voz.
— Es sólo un minuto... Hyunjin... —insistió el castaño. Ya no oí sus pasos detras de mí. Eso significaba que ya no estaba corriendo.
Apreté los labios, dudando en detenerme o no, pero como dije anteriormente: no quería ver a nadie.
— No, ¡déjame en paz! —grité saliendo de la escuela.
(...)
Llegué a casa, lancé mi mochila por ahí y encendí la luz de la cocina. Todo esto de la pelea me había dado hambre así que me preparé un sándwich de jamón y queso.
—¿Jin?, ¿Eres tú? —preguntó mamá bajando las escaleras.
— Si —dije comiendo un par de trozos de queso mientras iba armando el sándwich.
—¿Por qué llegaste tan tempr... —se quedó en silencio al verme— ¡¿Que te pasó?! —cubrió su boca con ambas manos. Que exagerada.
—¿Esto? —señalé mi precioso rostro— Una pelea —tomé un juguito de naranja del refrigerador y lo abrí.
—¿Como que una pelea? ¿Por qué? ¿Con quién? ¿Te duele? ¿Te pusieron hielo? —se acercó hasta la barra y tomó mi rostro —¡Te partieron todo el labio! ¿Como puedes estar comiendo?
— No sé, tengo hambre.
—¡Hyunjin! Explícame lo que pasó. —me arrebató el sándwich de las manos y lo elevó para que no pudiera alcanzarlo.
— Te metiste con mi comida, no te contaré lo que sucedió — intenté agarrar el sándwich parándome en un banquito.
— Hijo, en serio, dime que pasó.
— Dame el puto sándwich que con mucho cariño preparé para mí. —extendi mi mano.
— Aquí tienes —rodó los ojos y me entregó el sándwich — Ahora, te escucho.
Solté un largo suspiro y antes de hablar le di una mordida al sándwich. Odiaba mentirle, pero si le contaba la verdad podría meterme en problemas muchos mas grandes, no sólo yo, porque aquí también estaba involucrado Felix, no quería traerle problemas a mamá con Minjoon.
— Estaba en los pasillos guardando mis libros para la clase de Historia y... de la nada viene un chico, su nombre es Miguel. —dije mirando el suelo, aguantando la risa, entonces para disimular fingí que quería llorar— Dijo que me estaba ríendo de él por ser extranjero, yo sólo sonreía porque tenía Historia. Diablos, amo esa materia. —suspiré— Él me dijo "¿Qué te pasa?" y yo le dije "Tranquilo viejo" y me empujó contra los casilleros, comenzó a golpearme porque él creyó que yo me sentía mejor que él, fue horrible, mamá.
— Oh cariño, tranquilo, ya pasó. —ella me dió un abrazo protector, de esos que te hacen sentir bien — ¿Y luego que pasó? ¿Conozco a ese tal Miguel?
— Obviamente me defendí, su cara quedó hecha puré. —me alejé de ella, con una sonrisa de victoria. En mi cabeza se hizo presente la imagen de Jae siendo golpeado por mí.
— Ay, Hyunjin.
—¿Que? Tuve que defenderme, ningún Jae me rompe la bonita cara que tengo.
—¿Jae? —preguntó frunciendo el ceño.
—Miguel, dije Miguel.
— Juré escuchar que dijiste "Jae"
— No, dije Miguel. Vaya que estás sorda.
Ella se encogió de hombros.
—¿Que te dijeron los directivos?
— Nada, me expulsaron toda una semana. ¿Ya terminaste con el interrogatorio? Necesito darme un baño. —acabé de beber mi juguito de naranja y lo tiré a la basura.
—¿Como que te expulsaron? —dijo ella caminando detrás de mí.
— No te preocupes por eso, mamá. No tenía nada importante que hacer esta semana. Creo. Bueno, me iré a bañar, si me buscan no estoy, Excepto Minho, a él si déjalo pasar.
Mamá asintió algo preocupada, al menos si se creyó toda la historia de Miguel. Sonreí satisfecho por mi gran actuación, mientras llenaba la bañera de agua. Diablos, era tan genial, debería ser actor.
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i hate you - hyunlix (adaptada)
Fanfictiondonde hyunjin odia a su nuevo hermanastro. « advertencias » • contenido explícito • lenguaje vulgar • angst y fluff • violencia física y psicológica no se permiten copias ni adaptaciones sin consentimiento de la autora.