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— ¿Por qué tengo que ser tan fracasado, Jim? —giré la silla de mi escritorio para mirarlo— ¿Crees que soy un fracaso? adelante, dilo, no voy a enojarme con un cachorro.

Él siquiera me hizo caso, estaba ocupado restregándose en mi cama.

— Gracias por responderme, tan lindo tú. —giré los ojos y volví a la pantalla de mi computadora.

El resto de la noche me la pasé buscando juegos en mi computadora, y hablando con mi perro, ¿Desde cuando me convertí en Jisung? seguramente hasta él estaba en esa fiesta, por qué no me invitaron? yo era el alma de la fiesta, maldito Minho, me está haciendo la contra hace unas semanas, debía hablar con él antes de que sea demasiado tarde.


Eran más de las doce de la noche, y mamá no me llamó para cenar, creo que de verdad estaba molesta conmigo. Bajé a hacerme un sandwich con Jim pisándome los talones, encendí la luz de la cocina y empecé a sacar las cosas necesarias para un bendito sandwich, al terminar fui al patio trasero a sentarme en la hamaca de jardin.

Me gustaria saber que estará haciendo él en esa fiesta, espero que esté acompañado porque si estaba solo, ahí si que me preocuparía y saldría corriendo a
buscarlo.

Minho podría decir una cosa pero hacía otra, no lo odiaba por ser así, joder, soy su mejor amigo, el problema que tenía venía de hace años, pero yo no quería aceptarlo, hasta ahora.

Estábamos cursando el primer año de secundaria, lo notábamos muy diferente, ya no hacía los chistes tontos de siempre,
cuando hablábamos en los recreos era el único que no decía nada. Días después, lo hallé fumando en los baños de la escuela, no hablamos del asunto hasta que un dia Ilegó ebrio a mi casa, en ese entonces, Daniel, mamá y yo, lo dejamos quedarse, la madre de Minho no podía ver a su hijo en ese estado, esa misma noche entre jadeos y sollozos me confesó que su padre lo había abandonado, a su madre y a él, recuerdo que vomitó sobre mi y Iloró toda la noche en mi cama.

Tal vez por eso él era así de alegre, por eso decía cosas tan estúpidas para hacernos reir. Quizás él sentía que de alguna forma debía devolvernos todo lo que hicimos por él.

¿Y si Minho estaba teniendo otra
recaída y no quería decirme para no molestarme? porque si era así, y yo no era capaz de darme cuenta jamás me lo perdonaría.
La comunicación es lo mås importante, dijo mi abuelo en una de esas noches que se ponía ebrio hasta la médula. Debía dejar mi orgullo de lado y hablar con él, con mi mejor amigo.

— Joder, Jim, estoy tan alegre de que seas un perro. Porque jamás querrás vivir toda esta mierda y sentir toda la culpa que cargo en mis hombros —contemplé el cielo de la noche, con pocas estrellas que habia en ella, las nubes oscuras cubrían la luna. Me acomodé mejor en la hamaca y cerré los ojos con somnolencia, lo último que vi antes de dormirme fue a Jim comiéndose mi sandwich.

Sentí la vibración de mi celular en mi bolsillo, me dolía el culo y parte de la espalda por la mala posición. Entrecerré los ojos al ver la pantalla de mi celular, tenía una llamada perdida de Yeji? frunci el ceño confundido y me limpié la baba, eran las dos de la madrugada, joder dormí muchísimo.
El celular volvió a sonar, era una llamada entrante de Yeji, otra vez, algo no debía andar bien, atendí rápidamente.

— Hyunjin, menos mal! tienes que venir, joder! —la voz ebria y desesperada de Yeji hizo que me aterrara, apreté con fuerza el celular—. iUn-un grupo! iDrogaron a Felix, p-perdí a los chicos no se que hac..-

— ¿D-dónde están ? —relamí mis labios esperando la respuesta. ansioso, comencé a caminar de un lado a otro en el medio de la oscuridad.

— En la casa de Mark, v-ven rápido por favor...

i hate you - hyunlix (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora