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Esa noche sentía algo diferente, estaba un poco nervioso respecto a lo que sentía por Felix, no lograba distraerme con nada, siquiera con el maratón de The Closer que pasaban por TNT, o con el maldito perro sin nombre corriendo por toda la casa, era mas que obvio que aquel chico de cabello castaño y bonita nariz estaba rodeando mi mente, sentí miedo en ese entonces, me daba pánico mis propios sentimientos, que patético.

Si Minho estuviera conmigo me hubiera dicho que estaba exagerando, pero luego hubiera Ilegado Yeji a decir que era
normal sentir miedo a veces de uno mismo. Entonces Chan diría algo como que era culpa de la ciencia, y Jisung soltaría una carcajada, para luego darle la razón a Minho. Mierda, como extrañaba a esos idiotas, prometí disculparme con cada uno de ellos al día siguiente.

— i¿Quién se cagó en la alfombra?! —gritó Minjoon entrando a la cocina con uno de sus zapatos en la mano.

— Dudo mucho que alguno de nosotros haya cagado en la alfombra, Minjoon. —dije sarcástico sin despegar la vista de la ventana, había empezado a Ilover.

— Vaya, parece que alguien está chistoso hoy. —por primera vez, mamá habló en un tono algo seco. Admito que me dolió un poco, pero yo siempre fui así con ella, lo tenía merecido.

— No hay que ser inteligente para saber quien cagó en la maldita alfombra.

— Hyunjin, si no lo captaste, era más bien una pregunta retórica . —se defendió Minjoon, si claro, buena forma de disimular la estupidez de hace rato señor Lee.

— Si, como sea. Me da igual.

— No te amargues por ello, cariño. Deja tu zapato en el lavadero, te lo limpiaré más tarde. —dijo mamá, acercándose a Minjoon para darle un beso en la mejilla, él negó rotundamente.

— ¿Qué? Claro que no, cielo. Lo haré yo mismo, termina la cena. —él le dió un beso en los labios y abandonó la cocina con el
zapato Ileno de mierda, finalmente, creí que jamás se iría Mamá le sonrió con ternura. Sentía algo de celos porque ella podía expresar bien sus sentimientos con Minjoon. ¿Por que yo no podia expresar los mios con el Lee menor? Ah claro, porque ella no tenía miedo de sentir aquel amor por él, y también porque Minjoon no era el hermanastro de mi madre. Suspiré cansado y quise abandonar la cocina, pero la voz de mamá me detuvo, volví a sentarme en el taburete de la cocina, esperando a que dijera algo, porque yo no me animaba a hablar.

— Felix y tú deben hacerse cargo del perro. Para evitar que esto pase. —musitó de espaldas, mientras revolvía no se que cosa en la olla.

— Te recuerdo que Felix ni yo, pedimos un perro.

— No me importa, ya hablé acerca de esto

— Aja, porque tú no te harás cargo, no te jode.

— Lo hice por su bien. —volteó a mirarme, se quitó el delantal que Ilevaba puesto y lo dejó sobre la barra.

— Déjalo ahí, mamá.

Me bajé del taburete, no iba a quedarme a escuchar sus excusas, y tampoco quería cagar aún más las cosas entre nosotros. Es que no me lo creía, un perro? un maldito
perro, una vida mas, otra boca que alimentar, un perro no era un juego, era una responsabilidad y yo apestaba con las mías, pero si estaba con Felix en esto, al menos el perro no iba a acabar muerto.

— Discúlpame si me preocupo tanto por ti. —susurró.

Me detuve en seco. Ya, estaba siendo demasiado duro con ella, exageró pero lo hizo por mi bien, por el bien de los dos, pensó en nosotros todo el tiempo, y yo menospreciaba aquel amor que me brindaba.

Mierda tenía a la mejor madre del mundo y no era capaz de apreciar aquello, ¿Tan mierda era? Volteé avergonzado, tragué saliva, no pude decirle nada en ese momento, con un maldito nudo en la garganta la abracé con todas mis fuerzas.

— Siento haberte hablado de esa forma. Soy una gran mierda, pero no tan grande como la mierda de la alfombra. ¿Me perdonas, mamá?

— No tenías porqué ser tan gráfico. —ella rió —. Esta bien, Jin, ya pasó lo feo, está todo mas que bien.

— ¿Segura?

— Si, tonto. —besó mi coronilla y luego miró al frente sonriendo.

Felix estaba mirándonos desde la entrada a la cocina.

— Oh, ya que estás aquí, Felix... ¿Por qué no me ayudan a poner la mesa?

— Claro — aceptó con esa sonrisa característica de él.

En un silencio agradable, pusimos la mesa para cuatro, Felix era bastante ordenado a comparación mía, la diferencia era muy clara, ya que la mitad de la mesa, el mantel estaba todo arrugado y el vaso que coloqué encima era como la torre inclinada de pisa. Intenté acomodarlo pero una mano mas pequeña que la mía se me adelantó.

— Listo, al parecer no tienes paciencia— murmuró seguido de una pequeña risa nerviosa.

— No, créeme que no. —sonreí de lado dandole un doble sentido a mi respuesta. Felix pareció no notarlo, era un maldito pervertido. Me daba pena tener que corromper a semejante pan de dios. No jodas, ¿que estaba pensando? La cena ya estaba lista, así que fui rápidamente a lavarme las manos, para evitar tener pensamientos impuros, mojé mi rostro que estaba levemente sonrojado.

Ya todos en la mesa, mientras cenábamos tranquilamente, la televisión encendida de fondo hacía lo suyo en darnos algo de sonido a la casa, y la Iluvia sonaba cada vez más fuerte. Minjoon hablaba del viaje de mamá, eran dos semanas donde iba a tener que evaluar a aprendices en la capital, fue difícil escoger a los doctores que irían y mamá estaba feliz de ser una de ellos.

— Entonces... ¿quedaré a cargo de la casa verdad?

— Estuvimos discutiendo esto por mucho tiempo. Recuerda que ya no eres tú solo, Hyunjin. —dijo Minjoon—. Así que tomamos la decisión de que ambos estarán a cargo de la casa. Oíste Felix?

—¿Ah? es d-decir si. —respondió nervioso dejando de comer.

— ¿Estás bien con ello, Jin? —preguntó mamá.

— Si, no te preocupes. Cuidaremos muy bien la casa. —le dediqué una mirada cómplice a Felix, quien trataba de ocultar una sonrisa mordiéndose el labio inferior.





MANIAC ME DEJÓ MAL, LOS AMO STRAY KIDS

i hate you - hyunlix (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora