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— ¿No vas a saludar a tu padre, Hyunjin?

— Tu puta madre —lo miré incrédulo

¿Como se atrevía a venir? Él sonrió de lado con aire superior, Oh, este quería iniciar la guerra.

— Hey, a mí me hablas bien. —demandó como solía hacerlo cuando vivía aquí y cuando se acordaba que tenía un hijo.

— ¿Que quieres?

— Cálmate, solo vine a verte.

— Ya me viste, puedes irte.

— No seas un orgulloso de mierda —insistió tomándome del brazo, rápidamente me solté de su agarre— quiero que hablemos, ven.

— Bien, hablemos —me rendí sentándome en el sillón individual.

Daniel observó lo que era la sala de estar, prestándole atención a los cuadros sobre la chimenea, y a Jim, quién se mantenía alerta por su presencia. Se me hacía raro verlo aqui después de dos o tres años? La última vez que pisó esta sala de estar, estaba con dos maletas en las manos, con la mirada en el suelo, y mamá con un odio impotente gritándole que se marchara, y por último yo, observando todo detrás de la figura destruída de mi madre, sosteniéndola de un brazo y mirando a Daniel, iniciando un movimiento de negación, mirando hacia la puerta por donde salió unos segundos mas tarde después de oir las palabras:

— "Si, Hyunjin, tu madre vale muchisimo y yo no tengo ningún derecho a hacerle lo que le hago. Pero ahora ya es tarde, me enamoré de otra mujer"

Mamá siguió gritando que se largara y me envió a mi habitación, donde Iloré toda la noche.

— ¿No está ese perdedor que tu madre llama novio, verdad?

—¿Eh? —exclamé algo aturdido por los recuerdos recientes golpeando en mi cabeza, rápidamente reaccioné sabiendo que Daniel hablaba de Minjoon— no, solo está su hijo.

— ¿Ese flacucho con cara de virgen?

— ¿Viniste a criticarlos o a hablar conmigo? —fruncí el ceño molesto.

— Ah, tienes razón, casi olvidaba a que vine —se levantó del sofá— vamos afuera, este lugar me da nauseas.

Lo seguí con fastidio hasta Ilegar al patio delantero, donde el auto que había visto se encontraba estacionado. Daniel abrió la puerta del vehiculo y sacó de la guantera un sobre blanco, arrugué el entrecejo confundido en cuanto me lo extendió.

— ¿Que es esto?

— Bueno, te gradúas el viernes, considéralo un regalo adelantado.

— Pero qu.. un-mil dólares? —casi me atraganté con mi propia saliva cuando abrí el sobre y vi los malditos dólares.

— iSi! ¿Que esperabas? ¿que era uno de esos padres pobres que les desea suerte a sus hijos? Tú no necesitas suerte, ninguno de los Hwang la necesita.

Miré a Daniel con cara de asco por las estupideces que estaba diciendo ¿en serio yo era así antes de conocer a Felix? ¿Por qué nadie me pegó una cachetada y me hizo reaccionar?

— Joder, Daniel ¿son falsos? —entreabrí la boca con asombro, de verdad que no me lo creía.

— ¿Como van a ser falsos? —me miró molesto— ¿también ves que ese auto que ahora es tuyo es falso?

— iNo jodas, carajo! iSi es un sueño que alguien me de un golpe ahora!

Daniel se encogió de hombros y me golpeó.

— ¿Que haces, idiota? Lo decía en broma.

— Perdón, quería hacerlo. En fin, cuídalo más que a tu propia vida, Hyunjin —revolvió en sus bolsillos y me entregó las llaves de mi auto, joder, imi auto!— tiene un estéreo genial, cuídalo también que hasta eso te roban por aquí*.

i hate you - hyunlix (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora