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Sabía que aún no era tan tarde, solo pasaron cuarenta y cinco minutos, Felix se encontraba en el parque, eso me daba a entender que seguía esperándome. O que prefirió quedarse ahí porque no quería verme, entonces iba a ser mejor quedarse solo en el parque. El ukelele que Ilevaba en la mano era hermoso, él había preparado todo eso para mí, y yo como el idiota que era Ilegué tarde.

Solté un largo suspiro antes de empezar a caminar hacia esa dirección, mentía si decía que no estaba nervioso a como iba
reaccionar ah... ino! ni siquiera debe importarme, si estaba molesto y no quería hablarme que se joda, iba a echar a perder la oportunidad de conocerme. Y nadie quiere perderse una oportunidad como esta, saben cuantas chicas querrían estar en el lugar de Felix? si, todas, hasta las viejas de cuarenta años, porque soy irresistible.

Cuando creía que no podía tener más problemas, otro se sumó a la lista, Jae iba en dirección al Iago, con otro chico que pude reconocerlo como Matthew. Prácticamente Ilegué corriendo al lado de Felix, cuando vi que Jae le arrebató el instrumento de la mano, este se sorprendió al verme pero su mirada se dirigió a la mirada ácida de Choi.

— ¿Qué quieres?

Este rió mirando a Matthew, quien sostenía una mirada algo diferente, como si estuviera drogado hasta el culo.

— Cálmate, Hyunjin, te ves algo alterado. —respondió Jae—. ¿La perra esa de tu novia ya no te satisface como antes?

Apreté los puños aguantándome las ganas de romperle la cara de drogadicto pedofilo que tenía, pero si él quería jugar, entonces jugaremos.

— No. Ahora tu madre lo hace mejor. —sonreí de lado disfrutando de la expresión de su rostro. Miré a Felix, quién abrió la boca en forma de "o" por mi comentario, Matthew seguía ahí duro, de todas formas ni siquiera él entendía lo que estaba pasando.

Jae dio un paso hacia adelante,
encarandome.

— Vete a la puta mierda. —hizo un ademán de querer golpearme con el ukelele. Intenté esquivarlo pero Felix fue más rapido e intervino entre nosotros.

— iOye b-basta, no peleen! —gritó mirándome con suplica de que no la cagara, mas de lo que ya la había cagado.

— No lo volveré a repetir. ¿Que quieres? —ignoré a Felix por completo, estaba claro que no iba a romperle la cara al pedofilo este, al menos quería saber para que carajo se acercó al castaño.

— Venganza. Y que mejor darle donde más le duele.

— ¿De que diablos estás hablando? Fui yo el que te golpeó, Felix no te ha hecho nada.

— Exacto.— No hay que ser un genio para darse cuenta de lo que te pasa con este —señaló a Felix con el ukelele—. Y viceversa, así que solo vine a darles una pequeña advertencia.

Sentí una punzada en el estómago, pero la ignoré.

— Si sabes donde puedes meterte la advertencia, no? Dame el ukelele y lárgate de aquí. Ahora. —aparté a Felix del medio para acercarme a Jae, intenté agarrar el instrumento pero el hijo de su puta madre fue mas rápido que yo.

— No lo creo, Hwang. —sonrió para luego morderse la punta de la lengua.

— Dame el puto ukelele. —demandé manteniendo la mirada, a Jae le importó un carajo y se alejó de mí junto a Matthew que vino solo de adorno.

Sentí un tirón de mi camiseta, era Felix, que con los ojos algo brillantes por las lágrimas acumuladas me pedía que salvara su ukelele. Y eso hice. Corri hacia Jae y me subí a su espalda intentando recuperar el instrumento, este soltaba miles de maldiciones hacia mi madre y a mi, mientras mis manos le tapaban la boca. Forcejeamos tanto que acabamos tirados en el suelo, y el ukelele salió disparado en el agua.



Todas las personas del centro murmuraban mientras me veían caminar dejando chorros
de agua en el suelo, mi ropa aún estaba mojada por haberme sumergido al Iago al rescatar el ukelele. El cabello se me pegaba en la frente y era molesto, no podia volver a casa para cambiarme porque había prometido salir con Felix, y eso estábamos haciendo, me estaba guiando a un lugar de comida rápida. Primero que nada, cabe recalcar que no me dejaron entrar al lugar por estar mojado, entonces pedimos para Ilevar y acabamos comiendo hamburguesas a las orillas de un puente, con los pies colgando y una vista increible a la hermosa ciudad de Seúl*.

— ¿Por que hiciste eso? —la voz de Felix me sacó de mis pensamientos, no pude mirarlo a los ojos, solo miré mis pies colgando y le di una mordida a mi hamburguesa.

— Porque es más delicioso así. ¿Quieres intentar poner papas fritas a tu hamburguesa?

— No, no es eso —él medio sonrió —¿Por qué hiciste eso por mí?

— Cualquiera lo hubiera hecho. —me encogí de hombros.

— Eso no es verdad, no le importo a nadie.

— Cállate idiota, no digas eso.

— Todos me ven como un bicho raro, Hyunjin.

— No creo que seas raro —tomé una papa y la Ilevé a mi boca—. Bueno, tal vez es un poco raro que uses esas vans floreadas.

— iHey son bonitas!

— Felix no, son horribles. —reí al ver su ceño fruncido, mierda era tan tierno—. El punto es que no eres raro, y si lo fueras que problema habría? Tú me importas.

— ¿En serio? —preguntó con un brillo en sus ojos.

— Si, bueno no, e-es decir, si Felix, me importas. —me rendí y finalmente se lo dije.

Él sonrió y bajó la cabeza, avergonzado. El momento se volvió tan gay que preferí tirarle piedras a los autos, hasta que Felix acabara de comer, me desesperaba que lo hiciera tan despacio, pero saqué provecho de eso y me comí todas sus papas. Una hora después volvimos a casa, compramos dulces en el camino, Felix caminaba haciendo equilibrio por el cordón amarillo de la calle y me hablaba de toda la poesía que tenía escrita, pero el maldito no me la quería enseñar, luego de decirle que se pudra lo
empujé del cordón y él me aventó su lata de Coca Cola.

Entramos a la casa, mamá se sorprendió al vernos juntos pero no dijo nada, porque aún seguía molesta conmigo por darle la razón a mi padre y llamarla ridícula. Fui un poco idiota, lo admito, pero me desesperaba que insistiera tanto, ibuenas noticias para ella! ya no tendrá que hacerlo porque trataré de Ilevarme bien con Felix. Porque el maldito me hizo quererlo de alguna manera, no se como o por qué, pero lo hizo y ya no podía ocultar que me pasaba algo, era extraño pero me gustaba.

i hate you - hyunlix (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora