Unholy [Iron-frost] *Editando*

Chapter 46. I Hear The Day Has Come

Mientras que Tony se detuvo al caer en la arena de la playa de la Tierra, Loki siguió cayendo por más tiempo, llegó a un lugar en el que no estaba seguro de haber estado antes, era nuevo para él, no pudo detener su caída con sus poderes, no podía hacer nada más que caer. Cuando se detuvo, sintió todo su peso golpear un suelo suave, parecía ¿césped? La brisa era fresca, sentía en sus fosas nasales la salinidad de la costa, seguro estaba en una playa, pero ¿Una playa con césped? Intentó transportarse de nuevo a casa pero no pudo hacerlo, sus poderes no funcionaban, no podía usar magia ni ninguna de sus habilidades. Confundido comenzó a caminar por el lugar, afortunadamente tenía sus dagas para defenderse de cualquier amenaza, por un momento había olvidado que no tenía que protegerse a él solamente, ahora tenía una vida creciendo dentro y sin importar qué, no iba a dejar que se lo quitaran de nuevo. De pronto, una voz desagradablemente conocida se escuchó a lo lejos, Loki sintió que todo iba a ponerse peor a partir de ahora.

La voz lejana, pero clara, se escuchó nuevamente, Loki sintió sus esperanzas irse al suelo, sabía como iba a terminar esto, había pasado tantas veces por lo mismo, era estúpido de su parte pensar que un día iba a tener una felicidad plena.

- Loki... - La voz estaba más cerca ahora. El pelinegro tomó fuerzas de donde no había y se resignó a lo que seguía. Una mano tocó su hombro pesadamente y el dios dejó escapar el aire que inconscientemente estaba reteniendo en sus pulmones.

- Hijo... - le dijo el hombre que lo estaba sujetando.

- No me llames así, sabes que no lo soy. – Respondió Loki con desdén.

- Nosotros te consideramos eso aunque tú no quieras creerlo. –

Loki seguía sin voltear a ver a Odín, sentía su mano sobre su hombro pero no tenía ni pocas ganas de verle. -¿Nosotros? – Una segunda voz se escuchó nítida.

- Sí, Loki. Nosotros. –

El pelinegro no pudo contener su reacción y casi instintivamente se lanzó contra el cuerpo de quien producía esa dulce voz de mujer.

- ¡Madre! Te he necesitado tanto estos últimos días, todo ha sido más difícil sin tu consejo. – El dios estaba de rodillas sujetado al vestido de su madre, tenía su cara sumida entre las telas y las lágrimas estaban saliendo de sus mejillas sin poder controlarlo, ese sentimiento de estar protegido y en casa de nuevo estaba surgiendo en su corazón.

- Siéntate Loki, tu padre y yo tenemos algunas cosas que decirte... -

Loki guardó la compostura y omitió hacer un comentario acerca de que Odín no era su padre. Los tres se sentaron en un lugar cercano, el pelinegro sabía por donde estaba yendo esto.

- Loki. – Odín fue el primero en tomar la palabra. – Sé, hijo, que para nada he sido justo contigo, sé que te lastimé muchas veces mientras estuve con vida y que te dañé de muchas maneras, no pido tu perdón porque no sé si lo merezca, simplemente quiero tu comprensión, necesito descansar en paz sabiendo que ahora que eres un dios maduro y que está a punto de formar una familia entiendes todo lo que pasó, nunca se trató de odiarte a ti, o de dejarte en segundo lugar, o de tenerte como una moneda de cambio con Jotun como tú tantas veces lo pensaste, tú siempre has tenido un destino marcado, era mi responsabilidad hacer que las cosas se cumplieran, era mi responsabilidad con el universo, no podía permitir que nada malo pasara, nunca se trató sobre si te odiaba o no, se trataba de protegerte de terminar de maneras peores.-

- ¡Mataste a mi familia! ¿Cómo planeas que tomé eso? –

- Lo sé, sé que me merezco todo tu odio, ese es el precio por haber salvado al universo y a ti de tener un destino peor, pero eso no es lo que hace que tu madre y yo estemos aquí ahora. –