Pogo: Modo Sexo

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Tonet y Gustabo ya eran amigos, paseaban por Brasil e a veces tenían que pausar esos planes porque Tonet iba al instituto (y no un instituto cualquiera sino uno privado, sin duda el chico tenía dinero, pero para suerte de los dos no era "un pijo niño de papá") y Gustabo no.

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Calle Óscar Freire
Una acera cualquiera
12:28 AM

Gustabo y Tonet iban tranquilamente por la pija calle Óscar Freire, mirando los bonitos y raros edificios localizados allí. Cuando de repente, un puñetazo va para la cara de Tonet, quien lo pegó era un chico de sus edades, tenía una camiseta roja y sostenía una pistola, estaba acompañado de un rubio con varios granos en su cara y un bigote a medio crecer.
—Tonet, ¡te he dicho que quería el dinero hoy! — Dijo el delincuente, acto seguido le pegó un culatazo a Tonet, a este se le partió la ceja y gritó de dolor sentado en el suelo.
—Chicos, ¿queréis dinero? Yo tengo unos cuantos billetes que he sacado por narcotráfico. — Ofreció Gustabo.
—No queremos dinero negro ¡sino el suyo! — El delincuente escupió.
—Ya está bien, Jacob. — dijo el rubio.

A Gustabo le empezaba a doler la cabeza, los oídos le palpitaban y sordeaban. Entonces, Pogo apareció detrás de los delincuentes, río y cuando los delincuentes se giraron ya estaban en el suelo por un puñetazo del payaso. Finalmente, los dos atracadores le apuntaron.
—No creo que queráis hacer eso. — Rió Pogo—. Es más, me apuesto que ni siquiera podéis, me apuesto 500 pavos a que esas armas son de agua y se la habéis robado a tú hermanito pequeño, Jackie. — Pogo sacó una pistola Fogueo Volt 1911 y con aquella bestia reventó el cráneo del rubio.
—¡Armando! — Gritó Jacob agachándose para recoger a su hermano.

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Mansión Julia Conway
Habitación de Gustabo
3:08 PM

—Pero, ¿como te se ocurre? Vendes drogas, casi matas a un chico, menos mal que ese tal Armando está vivo y, ¿qué crees que hará Jacob? Te matará y Tonet no querrá ni verte. Pero bueno, eso ya no importa, ¿sabes porqué? Porque hemos perdido el juicio e irás a un reformatorio. — Y antes de que Gustabo dijese algo, Julia cerró la puerta.

Gustabo se quedó con la miel en los labios, deseaba poder y haber hablado en la discusión.

Una risa sonó y Pogo salió del armario.
—¿Qué has hecho, Pogo? — Preguntó Gustabo, llorando.
—Lo que tú nunca harías, pero te encantaría, ¿a que sí?
—Tendría que haberle contado a Tonet lo tuyo.
—Más bien lo tuyo, pero si lo hubieses hecho lo hubiera matado. — Pogo se puso encima de Gustabo y lo tiró de espaldas, rebotando contra la cama, así rozando sus penes del mismo tamaño.
—Dejame — Gimió Gustabo, pero ya estaba retenido.
—Ese chico no te querrá nunca, admítelo — La cara de Pogo se acercó más a la de Gustabo—. Pásalo bien aunque solo fuese por una noche — Gustabo ya se había corrido tres veces tras ese comentario, se besaron, dieron la vuelta y sus penes chocaron, los planetas se alinearon. Pogo se puso a cuatro patas, Gustabo le bajó los pantalones y después con la boca bajó los calzoncillos, y para acabar este gran espectáculo Gustabo se la metió a Pogo, gimieron y Horacio se quedó dormido con su madre.

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Reformatorio Junior
Celda de Gustabo
12:09 AM

—Bueno, adiós Gustabo que la fuelza te acompañe. —  Dijo Xaomi, apagando el cigarrillo que se estaba fumando, lo aplasta en el suelo y sale de la celda y un guardia lo guía hasta el patio— ¡Nos vemos en el patio!

El guardia cerró la celda y Gustabo se quedó solo, pero de repente por al lado de uno de los barrotes de la ventana entra una mariposa fucsia con una de sus alas casi rota.

El guardia cerró la celda y Gustabo se quedó solo, pero de repente por al lado de uno de los barrotes de la ventana entra una mariposa fucsia con una de sus alas casi rota

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—Hola Horacio.





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