CINCO
4:55 pm.
Cuando Vanya se retiró del cuarto, sentí como mis latidos se volvían lentos y a la vez muy fuertes ya que podía sentir el pulso entre mis manos cuando las apreté con algo de fuerza. No estaba molesto ni mucho menos decepcionado cuando ella no cedió a mi ayuda, al contrario, me sentía frenético al haber logrado teletransportarme con otra persona. ¿De verdad lo logré? Desde que empecé a usar este don siempre me cuestioné si sería capaz de llevarme consigo una persona. De pequeño lo intenté con juguetes y sí funcionaba, pero ahora que lo intenté con ella, me pregunto si ahora podría hacerlo con un grupo completo.
Fui de inmediato en busca de mi cuaderno de apuntes y tomé asiento frente a mi escritorio de madera para calcular el tiempo en que tardamos en llegar a mi cuarto. Se demoró unos segundos más a diferencia cuando lo hago solo, pero lo importante es que lo logré. ¿Acaso ella sintió los mismos efectos secundarios que sentí yo la primera vez que me teletransporté hacia otro espacio? ¿Acaso sintió la misma euforia que siento yo cuando lo hago? Bueno, por el momento se sintió molesta por lo que hice, pero no noté ningún efecto en ella cuando salimos del armario. Tengo demasiadas preguntas, pero no quiero molestarla. Habrá un momento en que los dos estemos a solas, eso lo sé.
☂
5:00 am.
Habían pasado dos días, dos malditos días y Vanya en ningún momento se atrevió a dirigirme la palabra y menos la mirada cuando comíamos esas tres veces al día. No he logrado acercarme a ella porque mi padre nos ha puesto entrenar más de lo usual y en las clases con Pogo yo me siento lejos de Vanya. Mis preguntas se desvanecen entre más tiempo paso pensando en cómo lograré hablar con mi hermana si ni siquiera se percata de mis intenciones, nunca podré saber si algún día obtendré la fuerza para teletransportar a dos o tres personas conmigo hacia otro periodo de tiempo, pero he de tener paciencia ya que ni yo he tenido la oportunidad de realizar mis saltos hacia otras épocas.
Ahora mismo me hallo acostado en la cama con la vista intacta hacia mi puerta. Tengo mi mano bajo la almohada y he babeado un poco sobre la sábana, pero eso no me importa ahora. Desperté muy temprano que otros días, a las cuatro con veinte minutos de la mañana no he dejado de cuestionarme y de recordar cuando Vanya y yo estuvimos encerrados en mi armario. Aún puedo recordar como la palma de mi mano tocaba sus labios o como incluso era capaz de oler el aroma a avellana de su cabello castaño. Es malo pensarlo, pero aquello fue lo más cerca que he estado de una chica.
—¡A levantarse!
Oí con claridad el grito de mi padre proveniente del pasillo para que nos apresuráramos en salir de nuestros cuartos. La ventaja que yo tengo es que no necesito correr cuando ya me encuentro vestido, tan solo me teletransporto y ya puedo estar frente a sus pies con mi sonrisa orgullosa en la cara.
Ignorando el cansancio que sentía, me preparo para otro día en la academia.
VANYA
6:13 am.
Oía con claridad la voz del locutor de radio de fondo mientras desayunábamos aquel pan francés que mi madre preparó. Mientras cortaba el pan con los cubiertos, sentía la mirada de Cinco un par de veces encima de mí. Desde la última vez que hablamos no he encontrado la manera de decirle algo, ni siquiera un saludo le he dirigido porque los nervios me atacan. Ya no sé como sentirme respecto a lo que hizo después de la comida, no sé la razón del porqué lo hizo, pero he de admitir que me sentí un tanto esperanzada al saber que a él le importo y lo demuestra. Mis demás hermanos muy pocas veces me hablan, en especial Diego que parece que desea tomar su distancia conmigo, pero también lo hace con los demás.
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INOCENCIA | Vanya & Cinco
Fanfiction𝐍𝐨 𝐝𝐞𝐣𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐯𝐚𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞