Capítulo 7 | Una Noche Para Olvidar

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VANYA

1:05 pm.

Cuando mis pies tocaron el suelo, me sentí mareada repentinamente y eso causó que me tambaleara en mi lugar, pero Cinco me sujetó de los brazos para que evitara caerme. Parpadeé un par de veces tratando de mejorar la vista y sentí nauseas por un momento. No me agrada tanto tener que usar la habilidad de él para traspasar a otro sitio, pero no puedo quejarme. Cuando logré reponerme, sentí como una fresca brisa golpeaba mi cabello y olí a la perfección el olor a humedad que se presenciaba a mi alrededor. Cuando me alejé un poco de Cinco, noté que nos hallábamos en la azotea de la mansión.

—¿Porqué aquí? —Decidí preguntar cuando le devolví la mirada.

—Aquí es más...solitario—Comentó mirando a su alrededor y sujetando esa mirada seria en su rostro—. Vanya, quería decir...

—¡Mira! —Corrí hacia la orilla de la azotea y fijé mi atención hacia la ciudad—. Se ve...grande desde aquí.

Dentro de mí sentía una sensación de libertad, algo que me hacía sonreír todo el tiempo y me causaba ardor en las mejillas. No me importaba oír el ruido del tráfico o de los camiones pasar, aquello me parecía una obra de arte que sí podía tocar.

—Lo es—Cinco se acercó a mi lado a medida que se rascaba su nuca—, pero no es gran cosa.

—¿Qué es lo dices? —Solté un bufido y recargué mis brazos entre la orilla de la azotea sin desviar la vista hacia la ciudad, incluso podía sentir el sol irradiar sobre mi piel—. No puedo creer que nuestro padre nos prive de esto.

—No lo hace—Comentó sin dudarlo—, supongo que podemos salir cuando queramos, pero ninguno de nosotros se atreve.

—Tienes razón—Mi sonrisa se había borrado por completo—. ¿Y por qué querías hablar conmigo?

Giré mi cabeza para verlo, pero por lo que noté, mi pregunta lo tomó por sorpresa que se quedó callado por un momento.

CINCO

Cuando noté que Vanya miraba la ciudad, decidí hacerlo para tratar de encontrar la belleza que ella sí ve. No puedo encontrarle algo atractivo al lugar donde vivo, hay gente idiota recorriendo las calles, unos se gritan cuando un auto se detiene y a veces las personas resultan ser de lo peor, así que no puedo retirar mi respuesta.

—... ¿Y por qué querías hablar conmigo? —Me miró de pronto cuando apenas el silencio se formaba.

Raramente, me quedé mudo repentinamente ya que no encontraba las palabras que decir al porqué la traje aquí. No sabía muy bien como empezar las preguntas, eran simples y solamente necesitaba obtener la información exacta, pero teniendo su mirada encima de mí, eso causó que me ruborizara.

—Pues...

—Cinco—Me interrumpió cuando se giró para colocarse frente a mí—, ya lo sé.

Cuando dijo aquellas palabras en un tono tímido y frágil, enarqué una ceja puesto a que no entendía de lo que hablaba.

—¿Qué?

—Muchísimas gracias—Susurró al mismo tiempo en que me abrazaba, rodeando sus brazos en mi abdomen y pegando su mejilla contra mi pecho—. De verdad lamento haberme molestado la última vez..., no comprendía porqué lo hacías, pero ahora lo entiendo.

Mis brazos las mantuve extendidas ya que me quedé rígido en mi lugar al momento de sentir las manos de ella encima de mí. ¿De qué está hablando? Me siento tan confundido que de la nada mi pulso aceleró, ¿qué debería hacer?

INOCENCIA | Vanya & CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora