Me desperté sobresaltada al oír un fuerte estruendo proveniente de la tormenta que nos cubría. La lluvia golpeaba fuerte contra la ventana.
Lleve mi mano hacia mi corazón y cerré los ojos mientras calmaba la respiración. Aún era de noche. Mire mi reloj, este marcaba las 4 am.
Gire en busca de Sherlock y note que no se encontraba en la cama, rápidamente mire alrededor de la habitación, parecía no haber señales de este.
Me levanté, poniéndome encima una de sus batas y me dirigí hacia la sala. Los relámpagos alumbraban momentáneamente la oscuridad del apartamento.
Una vez allí achique mis ojos un poco, divisando a Sherlock sentado en el sillón de espaldas a la cocina, mientras contemplaba la torrencial lluvia a través del ventanal. La cálida y tenue luz de la calle era lo único que iluminaba el lugar.
- Sherlock? -lo llamé.
Luego de unos segundos sin respuesta me acerque preocupada quedando de pie frente a él, su inerte mirada estaba clavada en el piso.
Alzó su vista hacia mi lentamente. Sus ojos cristalinos fueron lo primero que recibí, estos chocaron contra los míos dejandome pasmada. Jamás lo había visto irradiar tanta tristeza.
Rápidamente me arrodille frente a él y tomé su rostro en mis manos.
- Sherlock - repetí buscando respuestas. Proseguí a quitarle de su mejilla una primera lágrima que se le escapaba mientras el resto de su rostro se mantenía inmóvil.
- Tenias razón - rompió el silencio.
- A qué te refieres? - pregunte temerosa ante sus próximas palabras - Ven, vamos a la cama.
- Es mi trabajo - añadió ahora mirándome a los ojos.
Mi corazón se hundió. Busqué en sus ojos desesperadamente una chispa de esperanza.
- No puedo permitir que los sentimientos influyan en mi vida - dijo decepcionado - Mycroft siempre lo dijo, siempre me lo aconsejo. Jamás dejes que te alcancen, es para los débiles.
Miraba a aquel hombre con una gran angustia. Su imagen tan perfecta parecía desmoronarse, e incluso así lo encontraba más hermoso que nunca, mostrando su humanidad.
- Pero el amor no es algo que la gente débil haga, ahora lo entiendo - añadió mirándome a los ojos.
Sentí a los míos ser invadidos por lágrimas amenazantes, aun ahogados en confusión.
- Sin embargo parezco estar diseñado para otra cosa.
Preste atención a todas sus palabras y no supe qué contestar, tan solo lo observaba mientras mi alma dejaba mi cuerpo.
Me encontraba ante una rareza humana. Un hombre capaz de estudiar toda tu vida con solo una mirada, capaz de resolver crímenes de primer grado en minutos. No podía entender qué es lo que ocurría dentro de su cabeza, era inimaginable.
Sentí escalofríos recorrer todo mi cuerpo con la idea de tener que separarme de él. Bajé la mirada hacia el piso cuando el silencio nos habitó por unos segundos. Busqué algo para decir, pero nada era lo suficientemente bueno.
- No pretendo que entiendas - continuó, mientras mis ojos se cargaban de lágrimas - Ni yo lo hago. No he llevado un buen rendimiento en el trabajo, no he entregado buenos resultados ni completado casos de mucha importancia. Mi mente parece funcionar de manera tan distinta y no se cómo detenerlo.
Negué con la cabeza y lo detuve llevando mi pulgar a sus labios. No me debía explicaciones, ni tampoco necesitaba seguir oyendo las razones por las cuales no podía tenerlo, yo misma le ofrecí esto hace unas horas. Un gran nudo lleno de angustia se creó en mi garganta, quería explotar en llanto.
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Baker Street (Sherlock Holmes)
FanfictionSherlock Holmes y Hannah Scott, se introducirán en un mundo de deseo, placer y romance al convivir juntos en la famosa Baker street. Podría Hannah ganarse el corazón del detective más famoso de Inglaterra?