C15 "La boda"

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Los días pasaron como río buscando su cauce, sin pausa, directo al momento menos deseados.

Los niños ya tenían todo listo en el departamento de Camila, un día antes de la boda sería el pautado para mudarse, Alejandro tenía el corazón destrozado, de un momento al otro se sentía solo en aquel enredo, pero con la certeza que esos seres que adoraba estarían unidos esperando por él...

Departamento de Camila - 8:11 p.m

Camila: ¿Qué les parecieron sus habitaciones? [sonrió emocionada] poco a poco las vamos arreglando a su gusto.

Isabella: estan bien [dijo sin ánimo]

Alejandro: ven hija [la abrazó] te prometo que todo esto pasará muy pronto y cuando menos lo esperen ya estaremos viviendo los 4 juntos.

Victor: ¿y viviremos aquí pá? me gusta más que nuestra casa.

Camila y Alejandro se miraron sonriendo, jamás habían planeado ese paso juntos pero estaban seguros que querían darlo...

Alejandro: ¿Qué les parece una nueva casa? Una que nos guste a todos...

Camila: con piscina y un gran arco de futbol para enseñar a papá [sonrió pícara]

Alejandro: aquella vez fue trampa [la miró completamente enamorado]

Los niños reían y Camila en una seña les indico lo que debían hacer, todos se fueron encima de aquel hombre grande y fuerte llenándolo de besos, cosquillas y mucho amor, era como abrazar un corazón que estaba atravesando uno de sus peores momentos, como esa calma antes de una tempestad jamás imaginada...

Acompañaron a los chicos hasta que se durmieron, salieron sigilosos y Alejandro no perdió oportunidad para besarla, lo hacía lento, como grabando en su mente aquellos labios que tanto le gustaba saborear, Camila se separó con cuidado, lo miró y se prendió a él en un fuerte abrazo, ambos sabían que les esperaba un día muy doloroso, aunque todo fuera parte de un patético trato el saberlo casado con otra, le estrujaba el corazón.

Camila: es hora de que te vayas, vamos a estar bien [suspiró]

Alejandro: no mi amor, no me pidas que me vaya, no hoy..

Camila: no quiero confundir a los chicos Ale, te vas a casar mañana, ante ellos todo es extraño pero no quiero que resulte confuso y doloroso.

Alejandro: tienes razón [besó sus manos] te prometo que me voy [bajó suave sus manos] pero después de hacerte mía...

La tomó de los muslos y la sujetó a su cintura mientras la besaba apasionadamente camino a la habitación, cerraron la puerta con seguro y entre caricias desesperadas llenas de tristeza y amor se desvistieron uno al otro, cayeron en la cama y ella tomó el mando, amaba a ese hombre pero sobre todo le gustaba, la hacía delirar, las manos de ella recorrían su pecho mientras estaba a horcajadas sobre su vientre haciendo un roce íntimo que encendió todos los deseos en Alejandro, ella lo miraba traviesa mientras él cerraba los ojos al tenerla así.

Alejandro tocaba sus senos con tanta ternura que la estremeció; Camila lo tomó del cuello dándole la indicación para que se sentara, al estar frente a frente se dieron una mirada llena de amor y complicidad, un "Te amo" se leyó en los labios de los dos mientras se fundían en un solo cuerpo, un gemido ahogado entre besos se escapó de ambos y un abrazo ante aquella unión fue indetenible, se estrecharon en los brazos del otro como si el nexo íntimo no fuera suficiente, como si quisieran que sus corazones palpitaran a un mismo ritmo, una lágrima se escabulló de aquellos ojos verdes, se miraron nuevamente y en medio de una sonrisa Camila comenzó a moverse despacio sobre él haciéndolo vibrar de deseos, el baile de su cadera sobre aquel hombre era fuego puro con cada segundo que pasaba, estaban llenos de necesidad del otro, Alejandro apretaba fuerte la espalda de ella mientras sus labios jugaban sensual con esos senos que lo enloquecía y que la hacían a ella regalar al viento los gemidos más sensuales que él jamás había escuchado; minutos bastaron para que ambos alcanzaran ese cielo que el otro les obsequiaba, un clímax maravilloso lleno de nuevas sensaciones ante tantos sentimientos.

Alejandro: no se como haré para no extrañarte cada noche mi amor [dijo mientras la abrazaba fuerte]

Camila: ya verás que estos meses pasarán muy rápido y estaremos así de juntos siempre, tanto que te vas a cansar de mi.

Alejandro: jamás me cansare de ti aunque seas una hermosa fastidiosa.

Camila: y tu un sexy pedante [sonrió al ver ese pequeño hoyuelo en la mejilla de él que le encantaba]

Se quedaron abrazados por horas inevitablemente, no deseaban separarse, casi con el amanecer Alejandro salió de aquel departamento dejando allí sus razones, su todo.

La hora para la boda: 4:00 p.m; todo estaba listo, tal como Ana lo había pedido, cada detalle, cada invitado, el traje de Alejandro, el blanco vestido de novia, la elegante música, aquella iglesia de alto techo engalanada con flores blancas, el salón esperando para la gran fiesta, hasta la prensa asistirá al gran evento.

Camila: te ves precioso [lo miró] pareces un muñequito [sonrió tierna]

Alejandro: daría mi vida entera porque fueras tu la novia en ese altar [sus ojos se empañaron]

Camila: todo saldrá bien mi cielo [sonrió para animarlo]

Alejandro: eres lo mejor que me ha pasado mi amor, no te vayas nunca Camila [acarició su labio con el pulgar]

Camila: no me falles nunca mi amor y jamás me iré de tu lado, mucho menos dejar a mis niños, nuestros niños.

Alejandro: nuestros [sonrió y se acercó a ella]

Camila: aquí no mi amor, nos puede ver [suspiró] ahora vamos que ya es hora, te amo, se fuerte por nosotros.

Alejandro asintió y apretó fuerte la mano de ella, fue directo al altar donde esperaría a la novia. Dio un largo suspiró para calmar toda la rabia y dolor que tenía, tal como lo pidió Ana, ella estaba en primera fila junto a los niños, uno a cada lado mientras tomaban sus manos, Alejandro los miró y su corazón latía con fuerza.

La marcha nupcial anunciaba lo obvio, las puertas se abrieron, todos en pie para ver llegar a Ana, él respiró profundo mientras miraba a Camila que con una sonrisa tierna le demostraba su incondicional apoyo.

La ceremonia marchaba sin inconvenientes, todo tal como se había planificado, Alejandro daba ligeras vistas a Camila y la contemplaba más bella que nunca, tanto que dudó por instantes el "Sí, acepto" que arrugó el corazón de la rubia, y como en una película de amor ella se soñó gritando cuando el sacerdote cuestionó "Si hay alguien que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre" pero su sueño sería su más cruel pesadilla cuando al terminar esa frase lo inimaginable sucedía....

Isabel: Yo me opongo, porque ese hombre es mi marido...

Todos se levantaron de su lugar al ver la silueta de aquella delgada mujer entrar irreverente, caras se asombro, de susto, de incredulidad, ninguna comparada con la de Alejandro quien palideció ¿era posible aquello? La que juró jamás regresar, la que murió ante el mundo estaba ahí...

Alejandro: No puede ser [susurró

Su reacción inmediata fue girar donde estaban Camila y los niños encontrándose la mirada de ella clavada en él, no entendía o se negaba a aceptar lo obvio, hasta que Isabella se aferró con fuerza a ella...

Camila: ¿quién es princesa? [dijo con voz cortada]

Isabella: es mi mamá Cami... [la miró llorando] no se murió, mi papá nos engañó...

Camila cerró fuerte los ojos y las lágrimas de decepción la inundaron, si, su peor temor en la vida, un engaño, uno de esos que destrozan el alma porque viene de la persona que más amas, una aparición y una muerte en vida, la del amor...

INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora