INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C20 ¿Late por mi?

La vida de aquellos dos era ahora una subida y bajada eterna, tal como llegó su amor, haciéndose sentir de forma inexplicable.

Camila se despidió de Isabella y él la vio a lo lejos salir del lugar con el corazón lleno de impotencia.

Agencia de Eventos - 6:32 p.m

Claudia: Que bueno que llegas Cami.

Camila: vine solo porque debo terminar el presupuesto de los Martínez, pero no quiero ver a nadie.

Claudia: pues hay alguien esperándote... [señaló la puerta]

Camila: ¿es broma no? ¿qué haces tú aquí Ana? [entrando a la oficina]

Ana: Ay querida ahora somos del mismo equipo [se sentó]

Camila: ¿equipo? [la miró con sonrisa burlona]

Ana: a mi me humilló pero a ti [suspiró altiva] a ti te traicionó ¿no crees?

Camila: lo que yo opine, te debe tener sin cuidado ¿qué quieres?

Ana: vengarme de Alejandro ¿cuento contigo?

Camila: ¡No! [se recostó al escritorio viéndola directo a los ojos] no soy esa clase de persona.

Ana: debí suponerlo, la Camila que lo puede todo está perdida por él, tanto amor me empalaga ¿sabes qué? [se levantó] dile a tu amor que se cuide, porque me las va a pagar [se giró] ¡Ah! y Cami, que novio tan guapo te conseguiste [guiñó un ojo] tan guapo como mi gordito, lástima que tendrá que sufrir [salió]

Camila: ¿sufrir? [murmuró] ¡Ana! ¡Ana! [gritó sin éxito] Carajo.

Ella golpeó fuerte el escritorio, sabía que Ana era capáz de cualquier cosa y así estuviera llena de rabia contra Alejandro debía advertir aquella situación, lo llamó varias veces pero se iba al buzón, empezaba a desesperarse, llamó a la casa, la nana le dejó saber que había salido con los niños a cenar y había olvidado su celular; las palabras de Ana no dejaban de retumbar en su cabeza y sin pensarlo mucho luego de terminar la propuesta pendiente tomó su auto y fue hasta la casa Buendía, muy en su interior moría por ver a la que una vez pensó sería su familia.

Nana: Cami qué alegría verte mi niña, ya le digo a Alejo que estás aquí, los niños llegaron muy cansados y él está en la biblioteca.

Camila: gracias nana [sonrió] no te preocupes que yo voy con él.

La mujer sonrió al ver que a pesar de cualquier obstáculo los ojos de ella brillaban al desear verlo, era innegable aquel inmenso amor.
Ella con cautela se acercó a la biblioteca y se paró justo detrás de la puerta que estaba un poco abierta, su corazón aceleró cuando escuchó la canción de ambos sonar ahí dentro y al asomarse sigilosa lo contempló observando la foto que tenía en el escritorio, esa que se tomaron los 4 aquella noche en la terraza del edificio donde le pidió que fuera su novia ¿como podía detestarlo y adorarlo tanto? ¿cómo podía ser el hombre más cínico y más hermoso? Cómo si el universo la hubiese llevado ahí tal como la primera vez, al sentir la ligera humedad de los libros un estornudo estremeció el espacio.

Alejandro: ¿Camila? [se levantó sorprendido]

Camila: ¿por qué no limpias este lugar? [se tocó la nariz]

Alejandro: mi amor estás aquí [se acercó y la abrazó fuerte mientras ella estornudaba de nuevo] ¡Salud!

Camila: Ya suéltame [se alejó] vine a decirte algo porque no me respondias el celular.