C8 "El compromiso"

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La imagen de Camila, sus claros ojos acusadores, la sonrisa pícara y su voz que inundaba los espacios no salieron de la mente de Alejandro desde ese día, pero ella asustada por desconocer ese sentimiento a pesar de ser una mujer liberal y espontanea decidió dedicarse a los últimos preparativos de un compromiso inminente, uno que anunciaba la gran boda de él, un hecho irremediable.
Uno que la alejaba de cualquiera vestigio de esperanza, un hombre amargado, con hijos, que se casaría con una jovencita interesada, era una locura, estaba confundido y no dejaría que la confundiera a ella por lo que trató de evitarlo por todos los medios hasta ese jueves, donde todo estaba listo para el primer gran evento.

Ana: quedo todo perfecto Cami [sonrió] estoy tan emocionada, en tres semanas seré la Sra. Buendía, dueña y ama de todo esto...

Camila: si que alegría [sonrió falsamente]

Ana: el traje de mi gordito esta hermoso, por cierto [la miró] me ha preguntado estos días por ti, me pondré celosa.

Camila: nada que ver [sonrió nerviosa] tu "gordito" es todo lo que yo no quiero en la vida. Quizá tiene algún reclamo [suspiró]

Una vez más dejó todo arreglado, el lugar lleno con flores blancas, está vez habían decidió hacer el festejo dentro de la casa, música suave sonaba, copas de champán por doquier, los invitados llegaban poco a poco, Camila había pedido a Claudia que se encargará de la coordinación de todo mientras ella observaba y dirigía desde algún oculto rincón, lucia hermosa esa tarde, el cabello suelto en unas ondas sobre sus hombros, un pantalón negro con altos tacones plata y una fina blusa blanca que caía sutilmente, él no la había visto aunque su mirada la buscaba incesante, las horas pasaban y el momento se iba acercando, las pulsaciones de ella aceleraban y las de Alejandro disminuían como si deseara dejar en cada latido un largo minuto para que la hora de comprometerse ante la sociedad con Ana no llegara nunca...

Claudia: Atención damas y caballeros. El Sr. Buendía y su hermosa novia están llenos de gozo que los acompañen en este día tan especial, un aplauso para ellos por favor.

Todos miraban atentos a la pareja, los aplausos mientras se acercaban a ellos rodeando muy de cerca no cesaban; la ansiedad dominó a Camila en ese momento y se asomó ligeramente detrás de una gran columna a un costado de la sala.

Claudia pidió a los novios decir unas palabras, Ana iba complemente lista para aquello y leyó palabras vacías, sin sentido y carentes de amor, simples oraciones estructuradas que fingían la ternura que no sentía, y ahora era el turno de él, no había preparado nada, tener allí a Ana no representaba sentimiento significativo, su mirada viajó nerviosa por buscar una salida y aquel golpe de energía llegó, a lo lejos la vio a ella observado profundamente recostada a la columna.

Alejandro: quiero decirte que si algún día alguien que me hubiese contado que esta clase de sentimiento existe no lo creería, llegaste en el momento más inesperado pero te robaste mi vida en un instante, sin duda eres un golpe de energía que me tiró a la lona donde hoy me tienes muerto de amor, no me preguntes como lo sé, ni como pasó porque lo desconozco solo sé algo, nadie te ha amado como yo lo estoy haciendo...

Las lágrimas de ella bajaron con disimulo, era una estúpida en creer cualquier palabra de él si con esa declaración era obvio que estaba enloquecido por Ana; todos aplaudían emocionados ante tan sinceras palabras incluida la novia quién jamás pensó escuchar eso de Alejandro.

El brindis y las felicitaciones no se hicieron esperar, y en un descuido él la buscó por toda la casa pero nada, como un pequeño niño esperó el momento ideal y huyó al jardín, su necesidad de verla era imparable...

INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora