La hora pautada para la reunión al siguiente día: 4:54 p.m; Camila como siempre de un lado al otro, un día muy agitado entre planificar una boda al aire libre y un compromiso en un lujoso hotel, lucía radiante aquel jueves pero al final de la tarde su cabello iba perdiendo las ondas acostumbradas, los zapatos nuevos que había escogido lucir ese día la estaban matando y un dolor de cabeza ligero comenzaba a aparecer, dolor que no sería nada comparado con el trago agridulce que estaba a punto de vivir.
Casa Buendía - 4: 40 p.m
Ana: Querida, que bueno que llegas a tiempo [saludó de beso] mi novio casi llega, entra y tomamos algo.
Camila: me encantaría ver los jardines donde se realizará el compromiso si no te molesta.
Ana: Ay claro que no, ven [señaló para caminar juntas] si gustas mira todo lo que necesites y pediré que te preparen algo de tomar.
Camila solo asintió, estaba desesperada por tomar un poco de aire fresco y aquella casa invitaba perfecto a relajarse, pasillos enormes y un jardín de verde profundo, con grandes pinos que brindaban la más hermosa sombra en medio del inminente atardecer, se quitó por unos segundos los zapatos y cerró los ojos sintiendo la suave brisa cuando...
Isabella: ¡Cuidado!
Un balón de fútbol viajaba a toda velocidad, en un acto reflejo veloz, Camila lo detuvo con sus piernas, dejando sorprendidos a aquellos dos pequeños seres.
Víctor: wow ¿eres una jugadora de verdad?
Camila: no lo creo [sonrió tiernamente] supongo que esto es tuyo [se agachó y le dio el balón al pequeño] excelente tiro.
Víctor: fue mi hermana [señaló]
Isabella: lo siento mucho [bajó el rostro] no te vi por favor no nos vayas a acusar.
Camila: ¿cómo crees que haría eso? [sonrió levantándose] son un gran equipo y yo se jugar muy bien, crecí con 3 hermanos que aman el fútbol [levantó una ceja] a ver pásamelo.
El pequeño lanzo el balón y ella comenzó a jugar como una pequeña niña, hacía mucho tiempo no se sentía de esa manera, jugando fútbol, descalza y en un vestido que a penas la dejaba moverse, tal fue su desparpajo que el ligero dolor desapareció por un momento, si solo un momento...
Ana: ¡Dejen de molestarla!
Camila: Tranquila Ana, no me están molestando, al contrario [sonrió]
Un "gracias" se leyó en los labios de Isabella que tomó la pequeña mano de su hermano y entró a la casa dejando una muy mala mirada sobre Ana, era un hecho que no se soportaban. Camila solo observó todo en un profundo silencio, total, le iba a pagar por organizar la boda no por meterse en relaciones familiares ¿o no? luego de acomodar un poco su atuendo y peinarse ligeramente entró junto con Ana para encontrarse con el famoso y misterioso novio, ese por el que brindó el día anterior...
Ana: gordito mira te presento a Camila, nuestra organizadora de bodas.
Camila: un gusto [extendió su mano sonriendo] «él guapo que me robó el estacionamiento» [pensó]
Alejandro: Igualmente [correspondió rápido sin detallarla] bueno que esto sea rápido por favor, tengo una videoconferencia en 10 minutos.
Camila solo le dio una mirada de arriba abajo, si, lo que tenia de guapo lo tenía de arrogante, pero nada arruinaría su evento, ni siquiera el novio; unas palabras después él como de costumbre desapareció, el dolor había regresado con más fuerza, entre la palabrería de Ana y los zapatos inaguantables, Camila se empezaba a desesperar, necesitaba despejarse por lo que decidió ir al baño, pero la suerte hizo de las suyas haciendo que se confundiera de puerta, si, entró a la biblioteca buscando el bendito paso al baño, estaba a punto de salir de aquel laberinto cuando sintió una fuerte discusión acercarse, no supo que hacer y por pena o por instinto se escondió detrás de un archivador donde pudo ver y escuchar todo perfectamente...
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INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]
FanficUna sonrisa y una mala mirada pueden ser el detonante perfecto de aquello que resultará un amor inexplicable. © 𝘘𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘩𝘪𝘣𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘱𝘳𝘰𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪ó𝘯 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲�...