C6 "Pequeño accidente"

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Existen pequeños momentos de alegría que haciéndolos sencillos pueden encerrar la felicidad, tardarían en descubrirlo pero a pesar del mal carácter una llama inquietante iba naciendo, por supuesto que ni lo sospechaban.

Alejandro: bueno ahora si fue suficiente [estaba algo mareado] abajo todos.

Camilia: hay que hacerle caso a papá ¡Vamos!

Él bajó primero, colocó sus zapatos y fue hasta la salida tomando en sus brazos a Víctor, imitó su gesto con Isabella y giró una vez más para recibir a Camila, quién tenía dibujada en sus labios una hermosa sonrisa, ella apoyó sus manos en los hombros de Alejandro y éste la apaño de la cintura para bajarla de la plataforma, impulsó un poco e inconscientemente la atrajo a su cuerpo, todo se hizo como en cámara lenta, ella tocó el piso pero no perdió el vínculo de las miradas....

Camila: bueno Sr. Buendía [sonrió al sentir aún sus manos apretar la cintura] si no me suelta no puedo irme.

Alejandro: solo la estaba ayudando [soltó su agarre] nada más.

Ella asintió pícara al sentir las manos temblorosas de él, se despidió de los niños y quedaron en encontrarse la mañana siguiente antes de la fiesta para ultimar el traje de bodas, estaban literalmente contral el reloj.
La noche se hizo corta, él no pudo sacarse la mirada de ella y la cercanía de sus cuerpos, nunca había sentido su corazón palpitar tan acelerado y eso lo sorprendió, jamás deseó tanto que una mañana llegará, lo que menos se imaginó fue que su cuerpo le jugaría una muy mala jugada ante esa mujer que lo alteraba.

Camila: cuánto me alegro que llegó temprano [decía desde afuera del vestidor] tengo una tarde ocupada.

Alejandro: ocupada en mi casa [gritó desde adentro]

Camila: siento que ya vivo ahí [sonrió] a ver, ese le queda bien [lo miró mientras salía]

Alejandro: me arrastra un poco [bajó su mirada]

Camila: déjeme ver [se agachó frente a él] le voy a recoger el doblez mientras viene la costurera.

Ella inclinada comenzó a doblar las botas del pantalón de él, y lo miró dando una sonrisa que lo llenó de nervios, Camila se dio cuenta la incomodidad de él ante ese acto y decidió jugar un poco, sería divertido, jamás se imaginó que podía desatar un penoso momento.
Terminó de arremangar y ajustó a cada lado de las piernas de Alejandro el pantalón, él apretó fuerte los ojos ante las sensaciones de las manos de ellas sobre sus muslos y sin poder evitarlo su hombría empezó a hacerse presente, ella lo notó y se levantó enseguida encontrándose la mirada de él abochornado e inmóvil, no salían las palabras y justo en ese incómodo momento llegó la joven de costura, ella se giró de espalda a él para con su cuerpo tapar lo que era notoriamente visible tras su pantalón, él cambiaba de colores, estaba estático lleno de vergüenza...

Costurera: Hola [sacó la cinta métrica] vamos a tomar las medidas.

Camila: ¡NO! [abrió grande los ojos] digo no, es que, no nos gustó este traje, se probará otro y necesitamos una corbata amarilla [mintió]

La joven muy confundida se retiro por el extraño pedido de Camila, ella se giró frente a Alejandro quien tenia la mirada al techo con su dignidad por el suelo.

Camila: yo no vi nada [aguantó la risa] vaya y se mide este [le pasó un otro pantalón]

Él entró al vestidor en absoluto silencio y Camila se recostó a la puerta mordiéndose el labio en una risa muy nerviosa que la invadió ¿Cómo fue posible aquel momento? 

INEXPLICABLE [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora