Song-fic's Yaoi One Piece

La bella y la bestia (X-Dralu)

No es un pedido, pero le tenía muchas ganas a esta pareja y me sugirieron este tema y mi imaginación voló, gracias a Kuro-Angelyaoi por la idea.

(El nombre de la pareja me lo inventé porque no tenía ni idea, F)

Monkey D. Luffy era un chico alegre, querido por todos en el pueblo donde vivía con su abuelo. Era muy hiperactivo y siempre estaba ayudando a la gente que se encontraba en su camino cada vez que paseaba por el lugar. Su abuelo, Monkey D. Garp trabaja por y para ambos, y eso era lo que estaba haciendo. Se preparaba para partir hacia la ciudad vecina a por materiales que le faltaban, Luffy le ayudaba a prepararse. Una vez todo en la carreta y los caballos listos, se despidieron y el anciano hombre se marchó.

Aunque parecía una vida tranquila, Luffy tenía su acosadora personal. Una mujer adinerada y famosa por su belleza que siempre insistía en que se casara con ella por ser el mejor partido en aquel pueblo. ¿Su nombre? Boa Hancock, algunos la apodaron "Emperatriz" por su belleza, pero no tenía ningún título de la nobleza.

Con Garp, estaba de camino a su destino, pasando por un frondoso bosque que tenía un viejo camino de tierra para los carruajes. No tardó mucho en llegar y en hacer lo que tenía pendiente, solo fueron un par de días, pero una fuerte tormenta se avecinaba y le pillaría en pleno camino. Aún y con esto, cogió rumbo de nuevo hacia su hogar, pero un rayo cayó y rompió un árbol, impidiendo el camino por donde había ido. Por suerte, por donde el árbol había caído se erguía otro camino. Se dirigió por ese, esperando que fuera un atajo, pero contrario a sus pensamientos, una mansión se alzó imponente ante él. Se quedó admirándola hasta que un aullido se escuchó, espantando a los caballos, que comenzaron a correr desenfrenados hasta que consiguieron soltarse, perdiéndose en el camino. Garp maldijo, ya que la nieve comenzaba a acumularse y el frío a notarse. Sin lugar donde cobijarse, cogió rumbo hacia la mansión, tocando la puerta, aunque esta se abrió con un simple empujón. Se adentró, llamando al que sería el dueño, pero nadie contestó. Se acercó a una chimenea que estaba encendida y así se refujió del frío. Miró una mesa y vio una copa de vino servida. Sin darle mucha importancia bebió la copa y esperó a que la tormenta amainara y los lobos se fueran.

Al día siguiente, sin la tormenta ya en el cielo y los lobos en el bosque, salió hacia el exterior para buscar a sus caballos y marchar de vuelta con su nieto. Antes de irse, en el jardín, entre unos rosales, pudo ver una fruta colgando de uno de los tallos. Era redonda, morada y con espirales. Solo verla y se acordó de su nieto hiperactivo. Decidió cogerla para llevársela como regalo. Fue cortar el tallo y que de la entrada de la mansión una enorme bestia saliera. Tenía apariencia de dinosaurio y humano a la vez, con una inmensa altura y lo que parecía un antifaz en el ojo izquierdo, piel verde escamosa, larga cola y ojos naranjas con un segundo iris naranja oscuro casi rojo. Garp se petrificó, dejando la fruta en el suelo y retrocediendo.

--¡Tú! --exclamó la bestia hacia el anciano. --¡Has cortado una fruta de mi jardín! --rugió con fuerza, mostrando unos aterradores colmillos. --Para compensar tu crimen serás encerrado en una de las torres --lo señaló con una de sus temibles garras, siendo esta la mano de un dinosaurio, teniendo tres dedos con temibles garras en la punta. --Amenos que me traigas a alguien para que cumpla tu sentencia --se irguió en su sitio, mostrando su imponente altura.

El anciano se quedó en un dilema. O se quedaba a cumplir los años que le quedaban encerrado en una mugrosa celda, o traía a alguien para que se quedara a vivir con la bestia. La sonrisa de su nieto pasó fugazmente por su mente. Si enviaba a Luffy lo dejaría libre a las pocas semanas.

--Traeré a alguien --miró directo a la bestia con determinación.

El gran ser solo lo miró con amenaza antes de volver al interior del gran edificio.