Un final inesperado para la que había sido una 'comica' historia que se suponía debía estar llena de risas.
Lord Kazuma ahora sentirá el verdadero dolor, uno que va más allá del plano físico, uno que se queda contigo y que el tiempo no cura, uno que...
El mundo aún se encontraba en júbilo, la sequía que amenazaba con acabar con al humanidad y la vida en el planeta había llegado a su fin, los niños jugaban, los adultos danzaban bajo la lluvia. Sin embargo, la alegría no duraría mucho tiempo...
A unos kilómetros de Axel, se abrió una ruptura en el espacio, de esta, empezaron a salir demonios, pero no eran ni de cerca parecidos a demonios de alto rango como Vanir, o a las hermosas sucúbos. Estos demonios, eran seres mas bien grotescos, algunos de piel grís o blanca, otros rojos, y otros de piel morada. Algunos eran tan pequeños como un ser humano, otros podían ser seres tan grandes como una montaña.
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En cuestión de horas, estos demonios empezaron a devorar a otros monstruos, sapos y cocodrilos siendo sus primeras víctimas, después, dragones y ganado de los pastizales y, finalmente, seres humanos.
La ciudad de Axel tampoco quedó a salvo, rápidamente, la horda de demonios también atacó la ciudad.
Una niña, se encontraba huyendo de un demonio alado con un tridente, en cierto momento, la niña se encontró en un callejón sin salida.
Justo cuando pensaba que este era el fin...
- ¡Oye tú! Debería darte pena meterte con una pequeña, sucio demonio - Dijo una voz en el fondo del callejón, aún no lograba notarse quien era
En ese momento, el demonió lanzó su tridente hacia la persona, esta no solo lo esquivó, sino que lo atrapó con su mano. Seguido, dio unos pasos hacia adelante, saliendo de las sombras, revelando su identidad.
- ¿Eh? Es una chica rubia - Dijo la niña aún en el suelo.
Si, era la paladín que había desaparecido hace cinco años.
- ¿¡Qué es lo que planeas hacer con la niña!? Acaso..... ¡Ahhh! - Dijo la paladín rubia, sonrojándose, haciendo que el demonio y la niña sacaran una gota de sudor.
¡Esta chica está loca! Pensó el demonio.
- ¡Ya basta de esta mierda! - Dijo el demonio, lanzándose a atacar a la rubia con sus garras.
Para sorpresa del demonio, la paladín detuvo su ataque con sus brazos, sin recibir mayor daño.
- ¡Pero qué demo... Yo me voy de aquí! - Dijo el demonio para intentar escapar, al ver que sus ataques no hacían efecto en una humana.
- ¡Oye, no se te olvida algo! - Dijo Darkness, lanzándole el tridente de regreso, clavándole la cabeza al demonio y matándolo.
Si, puede que esta paladín aún siga siendo algo masoquista, pero al menos ahora, sus ataques son efectivos, los cinco años de entrenamiento están dando sus resultados.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, había más demonios persiguiendo a los aldeanos, pero cerca de cierta tienda que normalmente vende productos inútiles o con efectos secundarios indeseables, una bruja, no, una liche, congelaba a todo demonio que se acercara, salvando a los ciudadanos en la zona.
En otra parte del pueblo, cerca del gremio de aventureros, estos también se encontraban luchando contra los demonios, el grupo, estaba liderado por un ladrón de cabello rubio y traje rojo, así como por una maga de ojos carmesí y buen cuerpo.
- Yunyun-san, Dust-san, ¡tenemos heridos!
- Llevenlos al gremio y atiendanlos ahí, nosotros detendremos a los demonios que vengan
Axel no era la única ciudad bajo ataque, sino que todo el mundo se encontraba en el mismo caos, a pesar de todo, los demonios seguían escapando del infierno, como si algo los estuviera sacando de allí y forzándolos a ir a la tierra, cierta presencia...
