"Dayua"

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Nada más comer fui corriendo a ver lo que había en la caja. ¡Tenía tantas ganas de recibir noticias del Campamento! 

Saqué todos los papeles, los agrupé según de qué trataban y empecé a leerlos. Estaba ansiosa. Quise empezar con la carta, pero llegó mi hermano y me dijo que él lo revisaría primero.

Eso me molestó un poco, pero me conecté a él y noté cómo se moría por dentro por saber cómo estaba ella. Era muy triste saber que en realidad se engañaba a sí mismo intentando salir con otras chicas. Hasta él sabía que nunca volvería a tener una conexión como la que tuvo con ella.

-¿No se suponía que tenías una novia?- le regañé.

-Esperanza: ¿has bañado a Pelusa?- me preguntó desde lejos Rius. 

Me salvé de una discusión con Andrés por un pelo. Bueno, por una bola de pelo en realidad. 

Salí corriendo para no tener que escuchar las quejas de mi hermano y agarré a Pelusa entre brazos para bajarla al jardín y darle el tan odiado baño. 

-Pelusa... Pórtate bien...

Ella me miraba suplicante: no quería bañarse. 

-Sé que no es agradable, pero si no estás limpia no puedes estar en casa. Y no quiero tenerte muy lejos de mí, ¿vale?

No la convencí del todo, pero al menos no salió rodando cuando intenté meterla en el cubo de agua. Ya no me dejan bañarla dentro porque siempre acabo llenándolo todo de agua. Es que puede que me ponga a jugar con el agua... un poquito...

-¡Verde!-gritó Timba al verme toda mojada-. ¿Cómo es posible que hayas acabado tan mojada si sólo has usado un cubo para bañar a Pelusa?

-¿Trabajas con mutantes cambiaformas en un apocalipsis mundial y sólo se te ocurre preguntar porqué he acabado mojada?

Se rió de mi burla y desapareció dentro de casa. Yo, mientras, secaba a Pelusa, que se había puesto roja de enfado (odia el agua, no como yo, que al final le he cogido gustillo. Pero no me gusta el champú: se te mete en los ojos y escuece mucho). 

Sentí cómo me colocaban una toalla en los hombros y me abrazaban. Era Azul. 

-¿Ahora llevas el pelo lila?

-Es que me enteré por Boby que rojo, blanco y azul dan lila...

-Esos colores me suenan de algo...

Le miré y me di cuenta de que estaba bromeando. Sabía que era la mezcla de los colores de pelo de papá pollo y Azul. 

-Aunque después de cambiar de pelo Boby me dijo que le gustaba más el original, pero también dijo que me quedaba bien el lila. Resaltan mis ojos verdes. 

Azul se rió. No entendí porqué, así que le pregunté. 

-Nada nada...

Pero seguía riéndose, así que seguí insistiendo. Y mi insistencia al final dio sus frutos... Soy pesada profesional.

- Pues... que Boby te dice cosas muy bonitas... se porta muy bien contigo... siempre te va buscando... 

-Y también me hace la puñeta... muy a menudo... y sólo a mí... Aunque bueno, soy su mejor amiga, así que se comprende. 

Azul se rió más y me dijo que ya me lo explicaría. Me encogí de hombros y jugué con Pelusa un rato más junto con Azul mientras me secaba del todo el pelo. 

Cuando entré a casa de nuevo fui directamente a ver si Andrés había acabado de leer los papeles, y si no, coger alguno sin que se diera cuenta. Me moví sigilosamente por la casa hasta llegar a la puerta de la habitación donde se encontraba mi hermano. Que poco queda para llegar...

-¿Qué haces Esperanza?- preguntó Rius detrás de mi. 

Di un salto olímpico por el susto y le dije por gestos que no hiciera ningún ruido. Pareció entender mi necesidad de silencio y no dijo ni mu, dejando así que yo siguiera con mi misión. 

Me asomé por el sofá a ver cómo iba Andrés, y me lo encontré durmiendo como un tronco. Así que cogí todos los papeles y me los llevé a mi cuarto: al fin y al cabo él no los iba a leer en un rato. 

Agarré primero la carta y empecé a leer la parte que era para mí, no quería entrometerme más en los asuntos amorosos de mi hermano:

"Hola cielo, me temo que puede que el próximo mes no vaya a poder enviar ninguna caja. Las cosas por aquí se están poniendo algo tensas. 

No sé si te acordarás, ¿pero te acuerdas del muro de plantas que construimos? Unos Ghasts lo destruyeron hace unos días y estamos en las últimas. Tememos que al final tengamos que irnos de aquí. 

Pero tranquila, día a día llegan más monstruos y Sirenas a ayudarnos con esto, así que podremos aguantar. No te haces una idea de la de historias que nos están llegando. ¡Ojalá pudiera contártelas todas en esta carta! Pero me temo que lo tendremos que dejar para cuando nos volvamos a ver.

Te he dejado unos dibujos muy chulos de unos monstruos nuevos a los que he llamado Payasos. Su piel suelta una sustancia que hace que te mueras de risa. En pequeñas dosis puede ayudar a la recuperación psicológica de las personas con traumas. Comprobado. 

Espero con impaciencia noticias tuyas, ya que las mías no son muy alentadoras. Una cosa: ¿al final probasteis a hacer la trampa contra las Pesadillas? Yo todavía no he tenido tiempo para probar a hacerme una, así que esperaba que vosotros me dijerais si funciona o no. 

Con infinito cariño.

P.D. Espero que esto acabe pronto para poder ir a visitaros. Tengo aquí unas cosas que descubrí hace mucho tiempo y ardo en deseos de enseñárosla. Tú por si acaso haz hueco en casa para mí."

No era tan larga como otras, así que quizá sí sea cierto que está muy ocupada. Pero por la letra se ha dado esmero.

Aún así había algo que me preocupaba... En las otras cartas siempre ocultaba algún mensaje con tinta invisible o con algún mensaje. Así que coloqué la carta a contraluz y vi que mi carta tenía en grande un "YU". ¿Qué significa "YU"?

Cogí las otras dos hojas y las coloqué de la misma forma que la mía. 

"DAYUA". ¿Qué significa eso?

Probé a colocarla en otro orden, y eso hizo que del susto diera un grito que hizo que hasta Andrés se despertara y viniera corriendo. Y él tiene un sueño muy pesado.

-¿Qué pasa Esperanza?- preguntó Rius enseñando sus dientes afilados. 

Les enseñé las cartas que estaban colocadas en orden en la ventana con la mano temblorosa. 

Mis papás y mi hermano empalidecieron. Andrés cogió las cartas y las leyó enteras mientras Timba y Rius fueron a hacer unas llamadas.  Cuando nos quedamos mi hermano y yo solos me atreví a preguntar:

-¿Qué ocurre? ¿Están bien no?

Me miró y sonrió, después me abrazó con delicadeza. 

-Tranquila... Son las más fuertes de todas las Sirenas... Seguro que es una broma para que vayamos a hacerle una visita... Ya verás...

Quería creerle, pensar que todo estaba bien. Pero me temo que sabía que me estaba mintiendo.

Hombres: un AU de los Compas (Monstruos 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora