Hombres: un AU de los Compas (Monstruos 2)

La selección.

Vi el mensaje varias veces. Y aunque lo hice con la esperanza de que cambiara lo que leía, no lo hizo. Ponía siempre lo mismo:

"Señor RiusPlay:

ha sido seleccionado para una misión de extrema urgencia.

Ha de prepararse para ir al Bosque Muerto y destruir el portal de obsidiana.

Sus compañeros le estarán esperando en la puerta oeste de la base de la Última Ciudad dentro de dos días a las 8:00am. Si no se presenta daremos por hecho que ha renunciado a su puesto en los Cazadores y le negaremos todos los privilegios que eso conlleva."

"Vamos, que o vas o te despedimos" pensé. Pues vaya mierda.

Dejé el móvil tirado por ahí. No me interesaba nada que pudiera salir de ese aparatejo. Estaba ensimismado, pensando en lo que decía el mensaje, y no quería que una notificación sobre alguna tontería me sacara de mi estado de concentración.

Por una parte: quería ir. Era una misión que podría significar el gran paso de los mutantes en la sociedad. Y podría ganarme el favoritismo de los jefes. Pero por otro... Era un suicidio. Un verdadero suicidio.

Nadie en los últimos años había conseguido entrar y salir del Bosque Muerto. Al menos no con todos los miembros o con toda la cordura. Recordé al Proteo que entró pensando que allí dentro había una base secreta del gobierno. Vi en mi mente su rostro arañado y su boca llena de la sangre que salió al comerse sus propios dedos. ¿Autofagia dijo que se le llamaba a esa enfermedad Mayo?

"Puaj, piensa en otra cosa Rius" me pedí. Pero mi cerebro se sentía gracioso hoy. Estaba empezando a morderme las uñas de los nervios. Eso hizo que volviera a ver la imagen de aquel Proteo y... corrí al baño para vomitar lo poco que cené.

-¿Rius? ¿Va todo bien pollito?

Timba estaba llamando a la puerta del baño. Lo habré despertado cuando salí corriendo. Con lo que a él le gustaba dormir... Pobrecito.

-Sí, tranquilo. Ya está.

Abrí la puerta y miré a Timba con una pequeña sonrisa, no tenía porqué preocuparlo.

-Has salido corriendo a echar la pota del siglo, ¿seguro que estás bien?

Me enternecí por su actitud. En el fondo era muy tierno.

-He recordado algo poco agradable y... no he podido contenerme. Siento mucho si te he despertado.

Bajé la mirada como quien ha cometido un crimen menor y está siendo reñido. Timba aprovechó el momento y me dio un beso en la frente.

-No pasa nada. Peor hubiera sido que no me hubiera despertado, ¿no crees pollito?

Reí por su ocurrencia. Eso sí que sería grave.

-Venga, vamos a desayunar. Que hoy acabamos la cuarentena y podemos ver a Esperanza.

Le seguí hasta la cocina. Tenia que rellenar lo que había perdido en el estómago. O... Quizá no, me había vuelto la imagen del Proteo ese. Que asco...

-¿No vas a comer nada?

-Si no quieres que lo vuelva a echar te aconsejo que no me convezcas para comer algo.

-Ajá...-dijo no muy convencido-. ¿No estás embarazado verdad?

Le lancé la caja de cereales con un notorio sonrojo. Podía ser posible que lo estuviera (porque puedo convertirme en mujer), pero este no era el caso. Al menos eso creía. No, no lo estaba.

-¡Por todos los cubos de Minecraft! ¡¡NO!!- le grité con notable nerviosismo.

-Vale, vale. Sólo preguntaba- me respondió entre risas. Cómo le gusta fastidiarme...