Llegamos a la biblioteca, gracias a Dios, estaba vacía. Solamente estaba la señora típica de todas las bibliotecas, atrás del mostrador. Fuimos a sentarnos y mientras yo leía, le preguntaba lo que no entendía y, obviamente, le traducía para que me lo explicara. Estudié lo suficiente así que quedamos hablando de nuestras vidas.
-Entonces, me decís que tenes un hermano, una mejor amiga y te va bien en la escuela no? -dijo mirándome.
-Sip, mi vida no es muy interesante que digamos -parecía tranquila. ACTUACIÓN. Tenía tremendas ganas de gritar y festejar.- Contame vos, las giras, las fans mundiales, los chicos.. ¿Qué se siente estar la mayoría del tiempo junto a ellos? -
-Hahaha, la verdad, es muy divertido. Aunque nadie me supera, YO soy el bromista del grupo -dijo haciéndome reír.
-Que ego che. Para mí son todos graciosos. Los amo -contesté.
-Créeme, nosotros te amamos también, aunque no lo sepan, amamos a todas y todos -confesó sincero.
-Wow. Que confesión -largué un suspiro para hacer un poco emotiva la oración.
-Sí, la verdad. -se calló- ¿Sabes? Pensé que tu reacción iba a ser negativa. Quiero decir, que me ibas a esquivar y te ibas a enojar conmigo. O también pensé una reacción, ahm, como decirlo... Hiperactiva. Que ibas a gritar y llorar. Pero no, estas acá, escuchándome como si fuéramos amigos de toda la vida -finalizó sonriendo.
Estaba a punto de estallar.
-Ja, la verdad, pensé lo mismo -dije jugando con el borde de un libro -¿Un secreto? Estoy actuando para no tirarme arriba tuyo. No quiero que tengas una mala impresión mía -le confesé haciendo una mueca.
-Enserio? Wow, entonces felicitaciones. Actúas muy bien -dijo aplaudiendo- Uy, ¡se me hizo tarde! -dijo mirando su reloj- ¿Que te parece si nos juntamos mañana? Me quedo en Argentina hasta el 17 de mayo -dijo con una sonrisa. Esas típicas que te dan ganas de agarrarlo, llevarlo a tu casa y encerrarlo en el baño para que no salga más.
-E-emm -titubee- bueno, está bien. ¿A que hora? -pregunté sonriendo.
-¿A las 6:00 podes? Te mando un mensaje-
-Bueno bueno, dale -nos levantamos y salimos.
Nos despedimos con un beso en el cachete. Había comenzado a caminar cuando me llama de vuelta.
Me voltee, camine hasta él y cuando hizo lo que hizo, casi me desmayo. Me había abrazado.
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Una noche en Velez (l.t) -EDITANDO-
Fanfic¿Quien dijo que tu ídolo no podía enamorarse de vos? ¿Ella? Una chica argentina de 17 años, queriendo cumplir su sueño. ¿El? Uno de sus cinco ídolos.