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Ella estaba ahí, en el suelo de su pieza. Sin moverse ni nada. Podía jurar que parecía dormida. Después de observarla unos segundos, mis piernas reaccionaron y corrí a tirarme donde estaba ella mientras, decenas de lágrimas caían por mi cara. Puse su cabeza en mis rodillas y la empecé a mover algo fuerte para que reaccione pero, nada. Le empecé a pegar en el cachete despacio y tampoco, NADA. Estaba totalmente desesperada, no sabía que hacer. Mi mejor amiga, hermana, conocidas desde que tenemos memoria esta inconsciente en el suelo y yo llorando, viendo su cara, pensando en que carajo hacer. Hasta que al fin se me ocurrió que hacer. Puse un almohadón en su cabeza reemplazando mis rodillas y corrí escaleras abajo. Agarré mi celular y torpemente marqué el número de mi mamá. 

Pi.. Pi... -RESPONDE DALE MAMÁ! -grité desesperada y agarrandome el pelo como queriendo arrancarlo. 

-El número con el que usted intenta comunicarse, no se encuentra disponible en este momento- MAMÁ LA PUTA MADRE! -grité y corté. Se me vino a la mente otra persona, espero que siga acá. Busqué su número y pulse "llamar".

Pi.. Pi... Hola? Tefi? -gracias Dios- Hola? Estas ahí? Estefanía que pasa?

-LOUIS! Seguís acá en Argentina? Te necesito -hablé con la voz entrecortada.

-Si! Que pasa? DECIME! -dijo desesperado.

-Vicky -dije en un susurro.

-Vicky? Que paso con ella? 

-No se! Necesito que vengas y la lleves al hospital por favor Lou.. Tengo miedo -dije asustada, realmente tenía miedo por mi mejor amiga.

-Por supuesto! Pasame la dirección, estoy cerca de tu casa.

Le pasé la dirección de Vicky a los cinco minutos estaba en la puerta. Lo hice pasar, me ayudó a bajar a Vicky y la acostó en el asiento de atras. Yo fui con ella obviamente.

-Ahora si, me explicas que le pasó? -dijo manejando al hospital.

-No se -dije con lágrimas saliendo, bastantes- esta mañana la mandé a cambiarse cuando nos levantamos, me quedé ordenando abajo y como no bajaba me preocupé. Subí y ahí estaba, tirada en el suelo -dije esta vez llorando.

-No llores hermosa, va a estar bien, tranquila -dijo sonriendome por el espejo retrovisor.

-Eso espero, gracias. -dije sonriendo debilmente. 

Una noche en Velez (l.t) -EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora