48-.

13 0 0
                                    

Estaba pensando alguna idea para que Louis no se preocupara, pero sabía que iban a fracasar.

1- enviarle un MD por Twitter ya que ambos nos seguimos. Pero fracasaría porque diariamente le envían muchos mensajes, entonces el mío sería uno más.

2- mandarle un mensaje desde otro celular pero también fracasaría porque no recuerdo su número.

3- ir a buscarlo a su hotel. ¡No sé donde se hospeda!

Rogaba por que mañana aparezca en mi casa o pase por mi al colegio para poder explicarle. Si no lo hacía, podría llamarlo de todas formas con mi nuevo teléfono, menos mal que ni el chip ni la tarjeta de memoria se rompieron o dañaron. Miré la hora, 6:45. Faltaba mucho para la comida así que me puse a revisar mis redes sociales. Me sorprendí al ver la cantidad de seguidores nuevos que tenía en Twitter e Instagram. Empecé a ver las menciones para saber porque tenía tantos seguidores y encontré mi prueba. Era una simple foto, algo movida pero se veía claramente que eramos Louis y yo.

Creo que después de verla quedé pálida, sin reacción. Está bien, habíamos sido algo descuidados pero nunca notamos que podían estar siguiéndonos.

Reaccioné y empecé a mandarle mensajes privados en todas las redes donde me seguía, rogando que los viera. Esperé unos minutos y luego vi un mensaje suyo en Twitter.

"¡¿Qué es eso!? ¿Cuando pasó?"

"No sé! Lo vi en twitter e Instagram. Parece que fue la salida de la semana pasada"

"¿Sabes lo que va a pasar ahora? ¡Van a matarme! Me van a atacar como nunca, me van a comer crudo. Yo sabía que no debía salir con vos"

Eso último dolió, mucho.

"Perfecto, suerte en la gira. Gracias por hacer realidad mi sueño, pero todo tiene su fin." y acabé con eso.

Sus infinitos mensajes de disculpas ocupaban mi bandeja en twitter, me mencionaba en Instagram y me llenaba de notificaciones también en Facebook. Con mucha dificultad los ignoraba. Hasta que me cansé. Cerré mi notebook con fuerza, agarré algo de plata, una campera junto con mis llaves y salí con la excusa de que quería caminar. Caminé por varios minutos hasta llegar a un shopping, donde entré solamente a tomar algo, ver algunas vidrieras y de paso, ojear algunos celulares.

Fui mirando por las distintas vidrieras que había en el amplio lugar. Algunas tenían ropa de otoño, otras exponían bellos vestidos, cuales deduje que eran para fiestas, ya que eran finos y con mucho brillo y alguna que otra zapatería. De tanto ver ya estaba algo cansada, así que me dirigí a un bar para tomar algo. Pedí un café cortado y me senté en una mesa a esperar mi pedido cuando lo vi. Tenía cabello castaño claro, era un poco mas alto que yo, tenía ojos celestes y dos aros en cada punta de su labio inferior. Era un chico precioso.

Durante todo mi trayecto tomando mi café, sentía su mirada sobre mí, aunque yo también lo miraba. Cuando terminé, le pagué al mozo y me paré, lista para irme. Miré una vez mas en dirección a donde estaba el chico, pero solo había un billete en su mesa. Me di vuelta y ahí estaba él. No sé como había hecho para llegar tan rápido y sin que yo lo viera, pero ahí estaba. Tenía puesta una remera roja casi rosa que le quedaba muy bien, unos jeans azules y unas vans rojas. Me miraba con una sonrisa coqueta y sus ojos me miraban de pies a cabeza. Sonreí y me sonrojé.

-Hola -saludó con una sonrisa- perdón que aparezca así, pero te vi sentada y dije "Wow, que chica tan linda" -dijo riendo, a lo que yo comencé a reír también.

-Hola -saludé aún riendo- ¿Gracias? Soy Estefania -me presenté estrechando la mano. Él la tomó.

-Un gusto, Tomás -se presentó, junto con una encantadora sonrisa, logrando que olvide todo por un momento.

Una noche en Velez (l.t) -EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora