3-. editado.

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Entré junto a un grupo de chicas que decidieron acompañarme. Cuando estábamos adentro lo único que se escuchaba eran gritos y llantos -y como no- me decía a mí misma. Nos ubicamos en un buen lugar, asegurándonos que los carteles no molestaran y nos pusimos a hablar. El lugar se lleno y era como si cada chica tuviera un megáfono en la garganta.

Se escuchó música, los gritos aumentaron y ahí me di cuenta de que ellos estaban ahí, parados, cantando para todo un estadio. Estaba en shock, no lo podía creer. Nunca me había divertido tanto como ese día. Lloré mas que en todo el concierto cuando cantaron Best Song Ever, se había acabado. Había cumplido mi sueño. Terminó y con algo de dificultad fui una de las primeras en salir. Necesitaba aire y agua. Vi a mi papá y enseguida corrí a el abrazándolo y llorando. Volvimos a casa sin antes comprar una botella de agua.

-¡Ma!- grité cuando no la vi en la cocina. -¡MA!- volví a gritar y la vi bajando las escaleras.

-¡Hija! ¿Cómo la pasaste? ¿Ese con rulos sigue estando bueno?- me pregunto levantando las cejas, provocando celos en mi papá, quien la miro con cara de "¿qué decís?" - ¿Qué? Es lindo- dijo ella.

-Si mamá, claro- dije riendo- Gracias por cumplir mi sueño. No son perfectos pero son los mejores- dije y nos abrazamos todos juntos.

Comimos y me fui a mi pieza. Estaba acostada pensando en lo lindo que había sido este día, uno de los mejores de mi vida quizá. Me puse el piyama y me acosté a dormir.


Una noche en Velez (l.t) -EDITANDO- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora