Tras Bambalinas ( #4 Odio a las chicas)

Capítulo 7: Romeo y Julieta

Aisha:

"Romeo y Julieta"

Vaya obra más trágica pudieron elegir, ahora entiendo porque esos dos chicos no paraban de discutir mientras intentaban soltar sus diálogos.

Pero.. ¿A quién se le ocurrió?

Habiendo tantas obras teatrales, eligen un amor trágico, tan trágico como el mío y el de Drew, un amor que nunca pudo ser y es irónico que ahora ambos vayamos a trabajar como asesores en esta obra juntos.

Lo bueno de esto es que, aun cuando se odian los dos protagonistas que encarnarán a Romeo y Julieta, no sentirán el dolor de su última escena, aunque mi entrenador teatral una vez dijó que debes sentir cada escena como verdadera.

No sé cómo les vaya a afectar esto.

Bajo del taxi e ingreso a la escuela de teatro, están repartiendo café temprano, así que me quedo a apoyar, hago mi cola y compro mi café, antes de dirigirme al mismo teatro.

Me detengo en la entrada, en la primera fila se encuentra Drew observándolos atento y la directora esta unas sillas detrás, junto a Nancy.

Parece que ahora si no están peleando.

—"Si con mi mano he profanado tan celestial altar, perdóneme. Mi boca borrará la mancha, cual peregrino ruboroso, con un be..." Olvídalo, no voy a besarla.

Demasiado pronto para cantar victoria.

Tomo un respiro y me acerco a la directora, ella sonríe y me permite sentarme a su lado.

—No vas a besarla, es actuación. —Aclara Drew.

—Como sea, tendré que poner mi boca sobre la suya.. Nadie me dijo eso.

Arqueo una ceja.

¿Nunca han leído Romeo y Julieta?

O al menos.. ¿Haber visto una de las películas?

Las que ningunas son fieles, para aclarar. Nada es como leer la obra de teatro.

—No te preocupes, yo tampoco quiero besarte. —Suelta Gretel. —Es más, comeré cebolla ese día.

Roman baja el libreto y la señala, justo en la cara. —No te atrevas.

—Dios. —Ceci se deja caer en la silla. —Estamos acabados.

Bebo de mi café.

Y sí, todo indica que lo están.

(***)

—Deberías ayudarles con un discurso motivacional. —Me dice Drew, al paramos en los pasillos.

Acabamos de tomar un descanso, luego de esa pequeña discusión entre los protagónicos.

—No soy buena para eso. —Confieso.