Aimé es una chica sencilla, inocente e inexperta que solo vive para su trabajo, pero carga un secreto que la quema por dentro... como ella dice "El amor es un lujo que no se puede dar".
Laurent es un hombre extremadamente guapo y poli multimillonar...
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Aimé Engels:
Dos semanas han pasado desde que regreso Karhu.
Con su presencia al frente de la constructora, surgieron nuevos proyectos y se abrieron nuevas oportunidades laborales, lo que termino por incrementar la carga de trabajo.
Suspiro.
Aparto la vista de monitor y me dejo caer en la silla... levanto mis brazos y me estiro como un gatito.
Todo el trabajo extra, mantiene mi mente ocupada lo suficiente para no pensar, pero eso no me impide sentir.
Las noches bueno... solo diré que apenas puedo dormir... doy gracias a la cafeína y al té verde para mantenerme cuerda.
«¡Basta!» digo para frenar mentalmente mis pensamientos
Tocan la puerta de la oficina y con simple.
—Adelante —Karhu entra a mi oficina con un sobre amarillo.
Toma asiento frente a mi escritorio.
—Aimé... necesito que lleves estos contratos a la disquera, para que los firme Kemppainen —sentí como mi corazón deja de latir y mi sangre se congela.
Sus palabras fueron, como un maremoto estampándose conta mi centro a toda velocidad... en mi estomago se forma un vacío, un escalofrió recorre mi cuerpo, mientras un nudo en mi garganta se forma casi impidiéndome respirar.
«Ha vuelto... ¡Dios mío! dame fuerzas por favor» suplico mentalmente.
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Mis nervios van a estallar.
En mi interior, se forma un océano de emociones, que terminan por ahogarme, pero como es costumbre en mi termino por esconderlas en lo más profundo de mí.
—Kemppainen... regreso... —palabras que salen de mi boca sin poder evitarlo.
Mi rostro se transparenta.
—Hace dos semanas, el mismo día que yo... —Karhu me mira inquisitivo. —¿Por qué?
—Curiosidad... es solo que no estaba al tanto —contesto con simpleza.
