Sentimientos.

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Aimé Engels:

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Aimé Engels:

De pronto mi estomago comienza a zumbar... en respuesta a sus palabras me estremezco, por dentro me muero de nervios al considerar la idea.

Mi cuerpo adormilado despierta y es consciente de la sensación de su presencia, finalmente el miedo vence al coraje y me golpea con la fuerza de una ola.

Mi mente es una maraña de confusión y el mundo parece moverse en cámara lenta con el corazón latiendo en mi garganta.

—Kemppainen... por favor... llévame a mi casa —suplico con las pocas fuerzas que me quedan. —Te daré las instrucciones para llegar a mi departamento...—suelto con un hilo de voz.

—No lo haré... no puedo dejare sola mientras te recuperas —su voz mezclada de emociones me descoloca.

«Entonces... solo... lo hace por obligación o lastima... no hay otra explicación» suelta mi mente

Una punzada se clava en mi pecho y me carcome el alma... es como si mi cielo fuera a estallar.

«¡Hay Aimé! ¿Qué esperabas? ¿Qué por un simple beso te adorara? ¡Por favor no seas idiota!» mi conciencia a veces puede ser muy cruel

En mi estomago se forma un hueco, inhalo profundamente para mantener la compostura.

«¡Tienes razón! ¡Sigo siendo la misma idiota porque han pasado semanas desde que prometí sacarlo de mi vida

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«¡Tienes razón! ¡Sigo siendo la misma idiota porque han pasado semanas desde que prometí sacarlo de mi vida... pero aun lo amo con toda el alma!» grito para mis adentros.

Cierro los ojos y pecho arde.

«¡Ya estuvo bien!»

«¡Si lo admito estoy jodida!»

«¡Pero no me puedo permitir seguir arruinando mi vida!»

Abro los ojos.

—Kemppainen da la vuelta por favor —junto las palabras con la punta de la lengua.

Pero el me ignora y sigue manejando.

Experimento como la ira incrementa en mi interior, hago un esfuerzo sobre humano para controlar las lagrimas que quieren brotar de mis ojos producto de la rabia.

Eternamente TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora