Thomas, Brenda y los demás habitantes estaban en sus labores, cazar comida, recolectar, y construir sus viviendas.
--La vida es tranquila--, pensó él. Aún no pudo aceptar la muerte de Teresa, sus palabras que Teresa le dijo a Thomas no lo dejaban tranquilo. --Lo único que siempre... me importó... --. Siempre resonaban en su cabeza, nunca pudo saber que iba a decirle, en ese instante Brenda llegó, lo abrazó, ella ya sabía en que pensaba, él hacía lo mismo durante un mes, todos los días. --Dejala ir, te hace daño pensar en su recuerdo, se que las palabras que te dijo te atormentan, pero es imposible saber lo que te iba a decir--.
--Si tan solo me hubieran dejado unos segundos más con ella, hubiera sabido lo que me quizo decir--. Le dijo él.
De pronto Minho llegó, sudoroso, agotado, le recordó los tiempos en Laberinto, cuando ellos dos eran corredores. Cuando pensaba en los Penitentes, se asustaba, no pensaba que CRUEL era capaz de crear algo tan monstruoso. --Ya inspeccione el área, no hay ningún Crank a la vista, este lugar es seguro para vivir--. Le dijo Minho a Thomas y Brenda.
Thomas sabía que ese lugar donde habían llegado desde la Trans-plana, desde los cuarteles de CRUEL no podía ser confiable, tal vez habían cámaras ocultas, escarabajos como el en Laberinto, alguien vigilandolos de lejos. Pero tenia que quedarse por sus amigos, no tenían a donde ir, ese valle, las montañas y el río, iban a ser su nuevo hogar.
Llevo a Brenda a una montaña cercana, ahí hablaban a cerca de su futuro. Hablaban de su nuevo hogar y de ellos.
--Este lugar es bueno para vivir, no habíamos tenido tanto tiempo tranquilos, al parecer CRUEL nos dejó en paz, no puedo creerlo--. Le dijo Brenda a Thomas.
--Es demasiado extraño que CRUEL no a venido a matarnos o a realizar nuevas pruebas. Dijo Thomas.
--Tienes razón, ¿Me pregunto que habrá pasado con la ministra Page, en verdad te dejo una no... --.
No pudo terminar lo que le iba a decir a Thomas, sus palabras fueron ahogadas por el ruido de un sonido del cielo, no entendían que era hasta que miraron atrás de ellos, era un Berg.