Capítulo 6

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(TW: Violencia, abuso, relación tóxica)

Aunque Agust ya le había maltratado en más de una ocasión, y aunque sus besos tenían siempre un regusto amargo, Jimin jamás había estado tan harto. Lo pensó aquella noche, en la soledad de su cuarto. No quería soportar todo aquello, pero sabía que no tenía opción. Agust le engañaba, lo volvía loco. Le golpeaba y trataba con brusquedad y desprecio tan pronto como lo llenaba de halagos, regalos y caricias. Y sí, sabía perfectamente que él era el único, pero aquello no era suficiente. Uno no le hacía daño a las personas que amaba y, por lo tanto, Agust no lo amaba.

El extraño momento que había compartido con Hoseok le había conmovido, y tampoco era capaz de sacarlo de su cabeza. Era lo más auténtico que le había sucedido en mucho tiempo.

Cuando por fin consiguió pegar ojo, lo hizo con la determinación de hacer esperar a su amante más que otras veces. Tal vez así se lo pensaría antes de atacarle, si de veras lo necesitaba tanto como solía decir.

Pero Jimin había subestimado a Agust.

Habían pasado poco más de dos noches desde que Jimin dormía fuera de los aposentos reales cuando el monarca se presentó por primera vez en su vida en la sala de ensayos. Jimin y Jungkook, que estaban solos y concentrados en sus movimientos, le dedicaron una reverencia y continuaron con sus bailes.

El movimiento del cuerpo de Jimin era pura poesía y, aunque Agust no era un hombre sensible, podía apreciarlo. Quería poseer todas las cosas bonitas y Jimin le parecía lo más bonito del mundo. Lo había tenido muchas veces, pero siempre era distinto, y él simplemente no podía cansarse de él. Lo llamó y Jimin acudió, vacilante.

Al principio, le tendió unos pendientes de oro y rubíes. Después le pidió que regresara. Jimin se puso los pendientes, pero negó con la cabeza.

-No es suficiente. No voy a permitirte que me trates así...

-No se trata de lo que tú vayas a permitirme a mí, cariño-rio Agust-Yo soy el rey, y tú no eres nada sin mí. ¿Cuando te darás cuenta de que no puedes darte esos aires de grandeza? Te trataré como me de la gana.

-No puedes...

-¿Qué es lo que no puedo hacer?-Agust apretó las mejillas de Jimin, impidiendo que continuara hablando-Oh, cariño, te enseñaré a respetarme. Si me haces esperar así, lo único que conseguirás será que me busque otra zorra...Así que voy a tomarte, te guste o no...

Le aferró por los hombros para besarle, pero Jimin esquivó sus labios. Agust no se rindió, aunque el joven seguía murmurando que no quería que lo besara. Cuando empezó a forcejear, se hartó y lo tiró al suelo de un empujón.

Jungkook hizo ademán de acercarse, pero Jimin le indicó con un gesto que se detuviera. Si trataba de defenderle y agredía fisicamente al rey, no saldría vivo. Todavía le quedaba mucho por vivir, y su mentor no quería que acabase tan arruinado como él.

Trató de levantarse, pero Agust le pegó una patada en el estómago que le hizo encogerse de dolor. Era incapaz de moverse, y el rey lo aprovechó para besarle de nuevo. Jimin cerró la boca y los ojos con fuerza, pero se quedó completamente paralizado cuando Agust empezó a desabotonarle la camisa.

-No quería tener que llegar a esto-susurró, con una falsa dulzura que le hizo estremecerse-, pero te has hecho el difícil, y eso no me gusta...¿entiendes...? No lo volverás a hacer, ¿verdad...?

The king and the dancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora