Capítulo 9

320 51 30
                                    


Jimin terminó por tener una cruel epifanía en el momento en que Yoongi lo apartó y se vio obligado a separar sus labios de los de él. En sus ojos había decepción y dolor, y durante el camino hacia el refugio, se adelantó a él, sin dirigirle en absoluto la palabra. No había dicho nada, pero Jimin ya no era capaz de engañarse por más tiempo, o de tratar de convencerse de que la razón de aquel silencio era que Yoongi se había sentido tentado. 

No, había metido la pata hasta el fondo. Había arruinado sus posibilidades con Yoongi, si es que todavía le quedaba alguna. Lo había arruinado todo por un capricho absurdo, y lo peor era que estaba seguro de que, aún así, Yoongi se negaría a dejarlo regresar a palacio. Por mucho que no aprendiera, o que fuera un ser humano despreciable y egoísta, nadie merecía el trato o la clase de amor que le daba Agust. Eso pensaba Yoongi, y Jimin no podía hacerle cambiar de opinión. 

Estaba tan frustrado y tan decepcionado de sí mismo que quería llorar de rabia. Se contuvo, porque no quería causar la compasión de nadie. No merecía que nadie sufriera por su culpa. Ya no más. Estaba en constante batalla consigo mismo, pero aún no lograba sacar de su corazón aquel deseo de ser sostenido, escuchado, comprendido...querido, al fin y al cabo...Tenía que salir de allí cuanto antes y regresar al lugar donde pertenecía.

Se convenció finalmente de ello cuando, desde la cama donde solía dormir, aquella noche, escuchó a Yoongi hablarle a Hoseok de lo que había hecho. Escuchó como Yoongi trataba incluso de excusar su inexcusable comportamiento. Hubo un silencio sepulcral antes de que Hoseok se dignara por fin a responder. 

-No, Yoongi. Lo siento, pero Jimin tiene que irse de aquí...Sigues justificando todo lo que hace. Es como si hubieras cerrado los ojos y te negaras a ver...

-¿Y a dónde va a ir, Seok...? No pienso permitir que el rey vuelva a golpearlo, quién sabe si matarlo. ¿No entiendes que no puedo...?

-Llévalo a otro lugar, me da igual. No puede estar aquí. Ya me he cansado de toda esta mierda.

Yoongi siguió insistiendo y Hoseok siguió sin ceder, y Jimin se dio cuenta enseguida de que se estaban peleando por él. Y se dio cuenta también de que no era una sensación bonita. Era como tener una piedra en el pecho. Reconocía, muy a su pesar, que los dos chicos se querían. Y aunque Yoongi no le correspondiera, aunque estuviese decepcionado por su conducta, quería protegerlo. Se estaba interponiendo en su relación, que además estaba en aquellos primeros días en que no podían apartar las manos ni los ojos del otro. Demonios, Jimin estaba arruinándolo todo, incluso aquello. 

-Pero Seok, tú mismo dijiste el otro día que nunca me dejarías. 

Jimin sintió como si le apuñalaran al oír el tono con que Yoongi pronunció aquellas palabras. ¿Acaso era tan grave la disputa? No pudo evitar pensar de nuevo en que amaba a Yoongi más que Hoseok, pues, si lo tuviera, jamás lo habría dejado ir por una tontería como aquella, que era culpa de Jimin y de nadie más.

-No te estoy dejando-Hoseok también sonaba dolido-. Sabes que te quiero muchísimo y que creo en ti. Voy a quedarme a tu lado y apoyarte en todo lo que hagas, porque eres el Yoongi que conozco. Pero mientras sigas tratando de ver el bien en todo el mundo, serás fácil de engañar. Jimin es una causa perdida y ya has hecho mucho más de lo necesario por él. No es más que...de verdad quiero estar contigo Yoongi...

-¿Pero...?

-Pero no creo que sea una buena idea si Jimin va a seguir viviendo aquí. Los celos solo lo incitarían a hacer más tonterías como esa. Y no voy a besarte si eso significa que él también lo hará, y que tú no harás nada por impedírselo. Estoy cansado de que le busques excusas, así que haré esto incluso si a mí me duele tanto como a ti...

The king and the dancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora