La oscuridad y el vacío se podía divisar por aquel lugar lúgubre e infinito, este llamado Gallery. Un chico de cabellos largos de colores azabaches, una piel blanca, ojos rojos color rubí intenso, marcas sin terminar debajo de sus ojos y sin un brazo val terminar, estaba sentado en aquel piso frío del lugar. Su creadora aún lo tenía en proceso de creación, pero le faltaba poco. Tenía algo que no gustaba o no daba buena vibra, esos iris rojos de los ojos, no solo eran bellos...sino que tenían cierto, ¿Cómo decirlo? Lado oscuro. Estos reflejaban maldad y su rostro también lo reflejaba... Una sonrisa de oreja a oreja y su cara oscurecida siniestramente, a cualquiera lo asustaría.
De repente, la parte que le faltaba comenzó a brillar y las marcas también, había terminado de formarse, solo le faltaba algo, su código bien hecho, con todos sus datos y nombre.
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El muchacho levantó sin ganas y se miró- Así que Chara ¿Eh? Nah, prefiero otro nombre, nadie decide por mi...-Sonrió mientras se miraba y luego miró un número en su código, este era el cero- Null, me llamaré Null mejor, Chara es nombre de...chica -Dijo molesto para después terminar de mirarse y ver cómo una pequeña luz dorada aparecía en el vacío sorprendiéndolo.
Dicha luz comenzó a disminuir haciendo una forma de un pequeño niño, que particularmente era un esqueleto. Sus pómulos raramente redonditos daba una sensación de alta ternura y suavidad. Su rostro, lleno de pequeñas y hermosas pecas amarillas que complementaban perfectamente con aquel rubor leve. Sus cuencas se hallaban cerradas, estás aún así brillaban un poco, su pómulo derecho tenía una marca de una luna grande gris oscuro. Sus manos huesudas se notaban delicadas, las cuales eran ligeramente tapadas por las mangas azul oscuro de su chaqueta, una chaqueta que al parecer era más grande que el joven y los cabellos blancos de la capucha acariciaban la cabeza de este por la respiración. Su jersey de cuello vuelto rojo oscuro tapaba su cuello y tenía unos pantalones grises con dos rayas onduladas color aguamarina. Por último unas pequeñas botas marrones de aproximadamente 10 kilos.
Lentamente comenzó a despertar, sus cuencas se abrieron ligeramente mostrando sus hermosos y grandes iris, uno de una mezcla entre un rosado cercano al morado y un morado oscuro con toques claros y el otro era una luna a dirección contraria a la de la del pómulo, está era gris claro y tenía toques oscuros. Se sentó con cuidado, tocó su cabeza y miró a todos lados confundido, estaba algo asustado también, ya que el lugar de cierta manera era muy silencioso y eso le metía tención.
- Hola pequeño- Habló el mayor, que en esos momentos tenía diez años más.
-Ha-Hallo-o -Tartamudeó mientras dirigía su mirada hacia él- ¿C-Cómo s-se lla-llama s-señor-or?
-Soy Null, ¿Y tú niño esqueleto? -Curioso pero con una mirada macabra miró al menor.
- M-me lla-llamo S-Sans, cre-creo, s-solo re-recuerdo-o e-eso- Dijo confuso y sobresaltado al no poder recordar.
-Lindo nombre...-Acarició su cráneo suavemente y sonrió de lado, aquella expresión se fue.
- p-pffft js-jsjsjs-jsjs -Rió levemente (...)
Años más tarde. Aquel esqueleto había crecido y ya no era un niño, cumplía recién dieciocho años, era un gran día para él y claramente iba a celebrarlo con su querido amigo de ojos rubí.
Continuará...
